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¿Se quedó solo Maduro? (Por: Alejandra Ortega)

La autora, Alejandra Ortega, es subdirectora general de ATIEMPO.MX, con amplia trayectoria en medios de comunicación de Michoacán
La autora, Alejandra Ortega, es subdirectora general de ATIEMPO.MX, con amplia trayectoria en medios de comunicación de Michoacán

Fue un error de Nicolás Maduro creer que tenía aliados en China, Rusia, Turquía o Irán. La realidad le llegó muy de golpe.

Morelia, Michoacán, 29 de enero de 2019.- Fue un error de Nicolás Maduro creer que tenía aliados en China, Rusia, Turquía o Irán. La realidad le llegó muy de golpe.

Este lunes, el presidente ruso Vladimir Putin, lo llamó “ex presidente”, dejando clara su posición geopolítica y contradiciendo al mismo venezolano que siempre afirmó que Rusia era un país amigo, del bloque de los antiimperialistas y que con ellos tenían lazos de cooperación muy importantes, incluso en el tema militar.

Eso mismo aseguraba en su momento Hugo Chávez, aunque la realidad es que nunca se vio claro o evidente ese supuesto apoyo o alianza de Rusia a Venezuela. También el día de ayer, el ex presidente uruguayo José Mújica, dijo que apoyaba unas nuevas elecciones en Venezuela y que éstas fueran democráticas, lo cual llama la atención pues Uruguay fue uno de los países que se negó a desconocer a Maduro.

Sin embargo, el peso de la figura de Mujica sigue siendo muy importante en el país charrúa y esto pone distancia entre ambas naciones, y es que en política y en geoestrategia las cosas a menudo cambian mucho en cuestión de horas o días y este es un caso.

Ahora, el poder de Maduro se empieza a tambalear, si antes preocupaba a muchos el control que seguía teniendo del Ejército venezolano y de algunos grupos sociales importantes que servían eficientemente de control social, hoy el panorama no se ve muy alentador para el ex presidente venezolano, pues también ha recibido un fuerte revés por parte del gobierno británico que le impidió sacar el oro que estaba depositado en uno de los bancos de ese país. Esto impide que Maduro pueda acceder a esa fuente económica y financiar algún posible movimiento o estrategia para contrarrestar la embestida no sólo de los Estados Unidos, sino de la mayoría de la comunidad internacional que tiene en su contra.

Por supuesto que ese dinero no debe ser el único que tenga, pues se debe señalar que Venezuela también entregó cantidades impresionantes de oro a Turquía para su refinación y parte de ese oro fue a parar a Irán, que podría ser el único país que apoyara a Venezuela, pues hay que recordar que Irán atraviesa por una situación muy compleja originada por las fuertes sanciones impuestas por Estados Unidos y que le impiden comercializar su petróleo y otros productos, lo que le genera grandes pérdidas de dinero, pues Irán es uno de los principales exportadores de petróleo del mundo y el más importante para Europa.

Así, la guerra comercial entre Estados Unidos e Irán podría significar para Venezuela una puerta y concretar una alianza que tendría un “enemigo” común. Además, el país musulmán bien podría financiar lo que se antoja una dura y muy costosa batalla para Maduro.

Y no es descabellado creer esto, pues hay que recordar que uno de los escándalos que en estos momentos golpea al gobierno de Trump es la detención, aparentemente ilegal, de la periodista iraní Marzie Hashemi en Estados Unidos, que aunque el caso no ha calado en nuestro país, ni en el resto de América Latina, sí lo ha hecho, y mucho, en Irán y en la cada vez más nutrida comunidad musulmana en el país vecino del norte.

Así, hay suficientes razones para que los persas sí se alíen con Maduro y enfrentar al gobierno impuesto, cuya cabeza es Juan Guaidó.

Y, ¿quién es Guaidó? Un diputado, presidente de la Asamblea Nacional, con una carrera política muy reciente, sin cargos anteriores y del cual el mismo Maduro ha dicho que es un agente del imperio, creado y financiado por ellos, lo que puede ser muy probable, sobre todo porque hay muchas similitudes con Bolsonaro, apoyado por Trump, de corte proteccionista, supremacista, pro israelí y posiblemente también evangélico.

Por otro lado, a Estados Unidos lo que más le interesa y conviene es una conflicto que le permita que su moneda se aprecie, cosa que le urge mucho pues lleva varias semanas en una caída que no parecía que se detendría, sin embargo, fue muy sintomático que a raíz de la intervención en Venezuela y de quitar a Maduro, el dólar empezó a recuperarse.

Otro tema que tiene muy preocupado a Maduro es “Citgo”, una compañía venezolana sumamente importante, con una cadena de 6 mil gasolineras y 48 terminales de almacenamiento, además de 3 refinerías en Estados Unidos que representan 11 mil millones de dólares en ingresos al año para el país del sur y que al implementarse las sanciones, Maduro ya no puede tampoco acceder a esos activos que le cortan de tajo la posibilidad de obtener efectivo.

Sin embargo, también debemos observar que del lado de la izquierda, la situación es muy interesante y seguramente le sacarán mucho jugo, pues están en una posición ideal para ellos, en la que podrán seguir alimentando las ideologías antiimperialistas, demostrando con estas acciones que sí existe la hostilidad, expansionismo de una élite corrupta e injerencista que es además capitalista.

Mientras que hay aún ideólogos y líderes que buscan la defensa de la soberanía de sus países ante estos grupos poderosos y rapaces. Alimentando la dicotomía entre derechas e izquierdas, que también les deja bastantes ganancias.

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