Editoriales

Terrorismo y Lennon / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

El terrorismo es un acto oscuro que no debe tener lugar en el mundo, el odio por diversas maneras argumentos o pretextos hace daño, aunque existen los seres que invocan su deidad para pretender imponer un pensamiento único sin reconocimiento a la diferencia. Esto es peligroso.

Morelia, Michoacán, 20 de agosto de 2017.- De nueva cuenta el terrorismo que invoca a Dios para comulgar con la maldad, otra vez los asesinos y la acumulación de estragos impunes paridos por el odio inútil para dejar un saldo sangriento. Ahora fue Barcelona, la urbe catalana fue sacudida por unos seres desalmados que provocan muerte para escurrir el bulto, un acto cobarde por naturaleza de esos que no merecen indulgencia alguna ni atenuantes.

En Estados Unidos recientemente sucedieron otros hechos deleznables que parecen izar la bandera neonazi, específicamente en Virginia, el mandatario estadounidense Donald Trump parece comulgar con los grupúsculos extremistas de la denominada supremacía blanca en detrimento de las minorías que viven en ese cosmopolita país nutrido por las olas migratorias de origen.

El odio como combustible, la interpretación torcida de preceptos religiosos es caldo de cultivo para vigorizar el fanatismo primitivo, en pleno siglo XXI aún existen los entes que parecen reeditar otra absurda cruzada. En nombre de Dios. Desconozco cuántas deidades tienen sed de sangre y cuántos operarios están dispuestos a cabalgar rumbo a la muerte porque algún designio extraño se los exige en su nublada visión del mundo.

Las Ramblas de Barcelona fueron el escenario hace unos días de como un conductor demente conducía una furgoneta como un carro de muerte para arrollar a una multitud despavorida ante semejante sorpresa. Una máquina de matar.

La condena al hecho acaecido en Barcelona no demoró, jefes de estado y de gobierno expresaron su repudio al acto homicida, el Estado Islámico presuntamente está detrás de la barbarie como en otros capítulos en que la sangre se derramó de manera vil.

En una ceremonia encabezada por el Rey de España y la clase gobernante de ese país los catalanes gritaron no tinc por –no tengo miedo-, los terroristas desean que la gente casi muera de pánico, ese es su alimento, eso les emociona.

El terrorismo es un acto oscuro que no debe tener lugar en el mundo, el odio por diversas maneras argumentos o pretextos hace daño, aunque existen los seres que invocan su deidad para pretender imponer un pensamiento único sin reconocimiento a la diferencia. Esto es peligroso.

Nuestro mundo registra diversos conflictos, a través de la historia los más cruentos han sido regularmente por asuntos religiosos, los registros así lo indican. Cada acto terrorista es una agresión contra la humanidad, digo esto y evoco la canción Imagina de John Lennon que habla de la hermandad, también dice que imaginemos un mundo en el que no hay motivos para herir o matar, si imaginemos un mundo en paz.

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