Editoriales

Un día después / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

No creo que con los comicios del domingo la democracia mexicana se haya vigorizado porque las malas artes abundaron una  vez más, no existe la urbanidad política, las elecciones no fueron limpias y en algunas seguramente se resolverán en los tribunales porque si de algo carece nuestra clase política es de vocación democrática

Morelia, Michoacán, 05 de junio de 2017.- En los procesos electorales casi todos se dicen ganadores, venden optimismo aunque en ocasiones desbordado aún sin certezas, se trata de un lance emocional y propagandístico cada vez más recurrente, típico en nuestro país tan masacrado por la partidocracia. Se viven y escriben tantas historias que en muchos casos resultan tomaduras de pelo.

Ya no es tiempo del partido hegemónico porque la alternancia parece haber llegado para anclarse en los procesos electorales, en muchos casos se destila fanatismo, manipulación y otros fantasmas para agregar ingredientes perniciosos. Este domingo cuatro de junio hubo comicios en el Estado de México, la joya de la corona, en la citada entidad en los primeros minutos del lunes cinco de junio no se tenía claridad en el resultado final, el PREP indicaba una ventaja para Delfina Gómez de Morena y la encuesta de conteo rápido hacía lo propio con Alfredo del Mazo del PRI.

En redes sociales se podía encontrar de todo, señalamientos, una buena dosis de triunfalismo evidentemente subjetivo de simpatizantes de uno y otro lado. No obstante, el PRI ya no es invencible, aún si ganara el cómputo final es complicado que se levante con el triunfo en el 2018, aquella era de las vacas gordas en que operaba una simbiosis partido-gobierno ya es una referencia de un pasado autoritario que es deseable no regrese.

Morena avanza de manera importante en el terreno electoral para dejar cada vez más lejos al PRD que matiza su debilitamiento al celebrar alianzas con el PAN con todo y lo incomprensible de aliarse con los antagónicos, sólo que la búsqueda es por el poder, en nombre de él todo es válido, eso dijo Nicolás Maquiavelo y lo replican las dirigencias del albiazul y del sol azteca.

En Veracruz la alianza PAN-PRD gana la mayoría de alcaldías, tiene un gobernador que fue producto de dicha unión cada vez más reiterada, nos referimos a Miguel Ángel Yunes quien fue muchos años un distinguido priista y cercano a Elba Esther Gordillo. La globalización de la política casi aniquiló la identidad, el asunto son los comicios y para ello la ideología es un estorbo, sólo una vaga referencia.

No creo que con los comicios del domingo la democracia mexicana se haya vigorizado porque las malas artes abundaron una  vez más, no existe la urbanidad política, las elecciones no fueron limpias y en algunas seguramente se resolverán en los tribunales porque si de algo carece nuestra clase política es de vocación democrática.

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