México, en el momento clave para cambiar sus políticas de desarrollo

Con la caída de los precios del petróleo, un país productor como México se encuentra en el momento preciso para invertir su capital en energías renovables a través de la innovación en tecnologías limpias, cambiando así el rumbo de sus políticas de desarrollo económico y social, externó el investigador y  director del Centro Yale de Derecho Ambiental y Política de la Universidad de Yale, Daniel C. Esty

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Morelia, Michoacán, 15 de enero de 2016.- Con la caída de los precios del petróleo, un país productor como México se encuentra en el momento preciso para invertir su capital en energías renovables a través de la innovación en tecnologías limpias, cambiando así el rumbo de sus políticas de desarrollo económico y social, externó el investigador y  director del Centro Yale de Derecho Ambiental y Política de la Universidad de Yale, Daniel C. Esty.

Invitado por el Gobierno del Estado y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el también ex comisionado del Departamento de Energía y Protección Ambiental del Estado de Connecticut, en los Estados Unidos, impartió una conferencia en materia de política ambiental y energía en el siglo XXI, dirigida a alumnos, docentes y en especial, a funcionarios de la administración estatal.

Esty afirma que luego del reconocimiento del problema mundial del calentamiento global, los gobiernos deben comprometerse a hacer cambios en sus políticas de desarrollo, en las que el eje central debe ser la innovación en tecnologías limpias, la participación ciudadana y el cambio en el concepto de lo que se entiende por una administración exitosa.

En la conferencia estuvo presente el rector de la Casa de Hidalgo, Medardo Serna García, quien dio la bienvenida al investigador y agradeció la confianza del gobierno del estado por incluir en este proyecto de concientización a la Universidad Michoacana, a la vez que reiteró la disposición de la Casa de Estudios y sus funcionarios por colaborar a través del conocimiento y difusión del mismo en proyectos que puedan resultar en mejores vías para el desarrollo social del Estado.

El éxito, definió, es lograr que la gente tenga acceso a un aire limpio, agua potable y un medio ambiente libre de contaminación. En el siglo XX, la preocupación de los gobiernos se centró en la industrialización y el empleo, sin importar las consecuencias de los desechos contaminantes, ya que daban por sentado, que habría forma de solucionar el problema “más adelante”.

Sin embargo, en los albores del siglo actual, la preocupación y reto de los gobiernos es mitigar los efectos del cambio climático y encontrar alternativas no sólo en materia política sino de formas de vida que conlleven una recuperación del ambiente dañado cambiando conciencias, usos y costumbres.

En el auditorio nicolaita del Centro de Información, Arte y Cultura, al cual acudieron cerca de 400 personas, Dan C. Esty reconoció en el gobierno de Silvano Aureoles, una propuesta ambiciosa que pretende lograr ese cambio que conlleve el bienestar de la gente, con participación en las políticas públicas de todos los ciudadanos y, lo más importante -dijo- “que no pretende quedarse en la propuesta, sino que quiere actuar para cambiar el rumbo de un estado tan rico y con tantas posibilidades de producir energía limpia como lo es Michoacán”.

La visita del Papa Francisco a tierras michoacanas, abundó, llega en un momento también oportuno, ya que se trata de un líder mundial que enarbola la misma idea de cambio de conciencia hacia el cuidado ambiental como vía para la preservación de la vida humana en armonía y un mejor futuro para la vida en el planeta, aseveró.

El conferencista formuló diez recomendaciones para alcanzar el cambio a nivel de políticas públicas en materia de desarrollo sustentable y energía que incluyen los siguientes conceptos: un gobierno no puede quedar atrapado en las políticas del pasado, porque han demostrado su ineficacia para regular la contaminación ambiental, por lo que debe romperse la inercia.

Un gobierno, prosiguió, debe superar el miedo al cambio y al fracaso que pudiera llevar implícito, para lo cual debe llevar a cabo una labor de diálogo con la ciudadanía para que comprenda las razones por las cuales se debe cambiar el rumbo del desarrollo actual, entendiendo que también los servidores públicos deberán comprender por qué su trabajo y el enfoque del mismo debe cambiar.

Desde su interior, la administración pública debe analizar sus procesos y legislación para la procuración de una vida mejor para sus ciudadanos y tomar decisiones importantes como cambiar sus prioridades, lo que a veces resulta difícil cuando hay que escoger entre subsidio a personas en pobreza extrema y procuración de agua limpia, ejemplificó.

Esty añade que su experiencia en el estado norteamericano de Conneticut fue exitoso, ya que se logró disminuir la burocracia para permisos de instalación de empresas no contaminantes de un año a tres meses, además, creó incentivos para aquellos inversionistas por trabajar con energía limpia, producirla y reintegrar al ambiente recursos naturales sin contaminantes, lo cual logró a través de lo que denominó “Green Bank” (Banco Verde), que consistió en un trato con la banca para lograr préstamos a nuevas empresas que trabajasen con energía limpia en las que el gobierno corría con una parte del riesgo financiero.

Los problemas del desarrollo sustentable, deben verse de manera integral, afirmó como otra de sus recomendaciones, la entidad gubernamental encargada de la economía debe trabajar a la par de la encargada del desarrollo social y ambiental. Generar más empleos pero dedicados a proyectos innovadores que consigan el resultado de mitigar los efectos del cambio climático.

No es necesario reinventar todas las soluciones, afirmó Dan Esty, éstas pueden ser tomadas de proyectos exitosos en otros estados de la República Mexicana y adaptarse a la realidad de Michoacán.

El conferencista también mencionó la transparencia en el actuar gubernamental como un elemento fundamental para la aceptación del cambio entre los ciudadanos, así como la creación de incentivos para las personas que ya han aceptado el cambio y están a favor de vivir, trabajar y producir sin contaminar el ambiente.

Hoy el nuevo gobierno en Michoacán tiene una oportunidad para lograr cambiar el rumbo del desarrollo, concluyó el investigador, son seis años para que junto a la iniciativa privada y los ciudadanos se invierta en el desarrollo del siglo XXI.

El cambio climático no es responsabilidad de dos naciones poderosas (las que producen mayores emisiones de dióxido de carbono al ambiente), es cuestión de todas las naciones y todos los habitantes del planeta: desde la educación de las presentes y futuras generaciones, la investigación y las políticas públicas, todos los países unidos deben buscar nuevas fuentes de energía alternativa, para preservar el futuro, concluyó.

Estuvo también presente el secretario de Urbanismo y Medio Ambiente, Ricardo Luna García; la senadora de la República, Rocío Pineda Gochi; el delegado en Michoacán de la Secretaría de Economía, Salvador Abud Mirabent; así como funcionarios y directores de escuelas y facultades de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; el ambientalista Carlos Padilla Massieu, entre otros.