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18 FICM: Fauna

Paco y Luisa son actores y viajan a un pequeño pueblo para visitar a los padres de ella. En ese lugar se reúnen con Gabino, hermano de Luisa. La creciente tensión entre los integrantes de la familia y el invitado se resuelve en una noche de cantina.

Morelia, Michoacán, 31 de octubre de 2020.- Durante muchos años, la sección de largometrajes en competencia del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), estaba compuesta de óperas primas y segundas películas. En la actualidad, la selección oficial no se restringe al número de trabajos dirigidos. Es por ello que ahora encontramos a cineastas consolidados, como el caso de Nicolás Pereda, quien incluso ha tenido una retrospectiva en la Cineteca Nacional. 

Pereda ha presentado en la capital michoacana varios de sus trabajos: ¿Dónde están sus historias? (2007), Verano de Goliat (2010), Los mejores temas (2012) y Los ausentes (2014). Entre presentaciones especiales y películas en competencia, el cineasta mexicano se ha convertido en un habitual del FICM. 

En esta ocasión toca el turno a Fauna (2020), su más reciente producción. Paco y Luisa son actores y viajan a un pequeño pueblo para visitar a los padres de ella. En ese lugar se reúnen con Gabino, hermano de Luisa. La creciente tensión entre los integrantes de la familia y el invitado se resuelve en una noche de cantina. A la mañana siguiente, Gabino le cuenta a su hermana una novela que está leyendo. A partir de ese momento, la película se parte en dos y nos relata una historia distinta. 

Para quien no esté familiarizado con el cine de Nicolás Pereda tal vez resulten desconcertantes algunos aspectos de su trabajo. Bordeando siempre los límites de la realidad y la ficción, utiliza elementos de ambas para conformar una narrativa particular. Hay un grupo de actores con los que trabaja continuamente: Lázaro Gabino, Luisa Pardo y Francisco Barreiro. En cada una de las películas en las que participan, los personajes que interpretan no solo se llaman igual que ellos (Gabino, Luisa y Paco), sino que retoman algunos aspectos de su vida personal.

Por ejemplo, tanto en la película como en la vida real, Paco (Francisco Barreiro) es un actor que ha participado en la serie Narcos. Conocedores de esto, sus potenciales familiares políticos, lo presionan para improvisar a su personaje en una cantina. Es una de las escenas más hilarantes, porque el monólogo que recita Paco es idéntico al que se dice en la serie. Al situarlo en otro contexto, pone en evidencia la manera en que se representa la violencia en este tipo ficciones, tan dadas a banalizar estas situaciones que afectan a la sociedad.   

El cine de Pereda se caracteriza también por su particular modo de trabajo. Sus películas son entes con vida propia, sin ceñirse a una idea predeterminada. Esto lo vemos claramente cuando a mitad de la película Gabino habla a su hermana sobre la novela que está leyendo y enseguida se trasladan a ese lugar, portando pelucas baratas en thriller absurdo con dos hermanas llamadas Flora y Fauna. Es decir, los personajes actores de la primera parte de la película, se ponen a actuar en la segunda. 

Podrá gustar o no, pero Fauna sigue los preceptos que marcan el cine de su autor: filmar películas pequeñas de muy bajo presupuesto, sin más intención que registrar un momento y un proceso creativo. Al final lo que vemos en pantalla es más una experiencia que un producto. No hay duda, lo de Pereda es auténtico material de festivales.

18 FICM: Los buscadores de trufas

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