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Cartelera Retrospectiva / El abogado del crimen

A pesar de la amplia promoción que recibió el más reciente trabajo del experimentado Ridley Scott, sus números en taquilla se traducen en un sonoro fracaso
A pesar de la amplia promoción que recibió el más reciente trabajo del experimentado Ridley Scott, sus números en taquilla se traducen en un sonoro fracaso

La película cuenta la enredada historia de un ambicioso y pulcro leguleyo texano que decide involucrarse en el narcotráfico; nos brinda mucho menos de lo que promete, no funciona siquiera como entretenimiento, Ridley Scott se las arregla para entregar una película que falla de principio a fin

Morelia, Mich., 21 de noviembre de 2013.- A pesar de la amplia promoción que recibió El abogado del crimen (The counselor, 2013), el más reciente trabajo del experimentado Ridley Scott, sus números en taquilla se traducen en un sonoro fracaso. Este es el largometraje número veintiuno en la carrera del cineasta británico y fue elegida como función de clausura en la más reciente edición del FICM, donde fue recibida con cierta incredulidad.

Scott es autor de algunas cintas memorables, como el clásico de ciencia ficción Blade Runner (1982), el thriller espacial Alien (1979) o el drama feminista Thelma & Louise (1991). Con guión del escritor Cormac McCarthy (quien por primera vez escribe algo directamente para la pantalla), Scott produce y dirige esta historia de narcotráfico en la frontera con México. McCarthy es conocido por novelas del tamaño de No es país para viejos y La carretera, ambas editadas en español y adaptadas para el cine en años recientes.

El abogado del crimen cuenta (aparentemente) la enredada historia de un ambicioso y pulcro leguleyo texano que llevado por la ambición, decide involucrarse en el sórdido mundo del narcotráfico. Pero conforme transcurre el metraje nos damos cuenta que la verdadera protagonista es una femme fatale que juega con guepardos y hace el amor con un Ferrari. Nada mal para una cinta repleta de personajes dicharacheros, que se enfundan en toda clase de vestimentas estrafalarias y gastan infinitamente más que el ciudadano promedio.

La película se mueve con total antinaturalidad desde la frontera de Texas al despacho de un comerciante de diamantes en Amsterdam, desde las escalofriantes tomas aéreas de Ciudad Juárez al elegante distrito financiero de Londres, dada la gran movilidad de los personajes no sería raro extraviarse en este enredijo. A la confusión debemos agregar que el filme no muestra nada que no se sepa sobre el trasiego de drogas, de hecho ofrece la misma visión comodina y simplista del tema que Salvajes (Savages, 2012), el más reciente desastre de Oliver Stone.

El hecho de contar con una gran cantidad de actores, la mayoría de los cuales tienen una aparición fugaz en la pantalla, no garantiza la calidad del elenco. Penélope Cruz, Javier Bardem, Brad Pitt y Cameron Diaz encarnan personajes chocantes y poco creíbles, no podían hacer mucho con el material. Lo más triste es ver a Michael Fassbender en un papel tan anodino y llorón que resulta francamente antipático.

El abogado del crimen nos brinda mucho menos de lo que promete, no funciona siquiera como entretenimiento, Ridley Scott se las arregla para entregar una película que falla de principio a fin. Por si fuera poco, el guion de McCarthy, alguien considerado como uno de los cuatro escritores estadounidenses más importantes de la actualidad, es completamente decepcionante.

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