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Cartelera Retrospectiva / La piel del deseo

A pesar de la prolífica carrera de Anne Fontaine, apenas dos de sus trabajos previos se han estrenado comercialmente en nuestro país
A pesar de la prolífica carrera de Anne Fontaine, apenas dos de sus trabajos previos se han estrenado comercialmente en nuestro país

Sin lograrlo del todo, la película intenta adentrarnos en los pensamientos de un par de cuarentonas que se ven inmersas en un extraño y fallidamente provocativo cuadrángulo amoroso; la directora no logra hacer con el material un melodrama creíble, no ofrece una pizca de la polémica que promete

Morelia, Mich., 02 de noviembre de 2013.- Una de las películas que cuyo estreno en cartelera coincidió con su presentación en el Festival de Cine de Morelia fue La piel del deseo (Adore, 2013), decimosegundo largometraje en la ya larga carrera de la directora, actriz y guionista Anne Fontaine, nacida en Luxemburgo pero que ha desarrollado su carrera principalmente en Francia. Este trabajo es la primera incursión de Fontaine en el idioma de Shakespeare y parece ser que uno de los principales problemas de la producción fue otorgarle un nombre fijo para su comercialización, a la sazón ya van dos nombres con las que ha sido exhibida anteriormente: Two mothers (como se le conoció en Australia) y Dos madres perfectas (nombre con el que se exhibirá en el resto de los países hispanoamericanos).

La piel del deseo (un desatino más de los distribuidores mexicanos), está basada en uno de los cuatro cuentos que componen Las abuelas de la escritora británica Doris Lessing (disponible en español por Ediciones B), publicado por primera vez en el año 2003; apenas cuatro años después, la autora se hizo acreedora al Premio Nobel de Literatura, hecho que como suele suceder, levantó un buen número de críticas. La historia se desarrolla en una pequeña ciudad de la costa australiana, ahí dos jóvenes crecen bajo la tutela de sus respectivas madres. La soledad, el hastío y la lujuria van trazando el camino para lo prohibido, cuando las dos amigas de la infancia se enamoran perdidamente una del hijo de la otra.

El clima soleado y los paisajes paradisíacos de las costas australianas se reflejan cual tarjeta postal en el filme de Fontaine, esto puede ser muy bueno o muy malo según se le vea. Sin lograrlo del todo, la directora intenta adentrarnos en los pensamientos de un par de cuarentonas que se ven inmersas en un extraño y fallidamente provocativo cuadrángulo amoroso. Si bien el filme se beneficia del talento australiano (buena parte del elenco es originario del país-continente), solo una de las historias tiene el nivel de dramatismo suficiente como para seguirla hasta el final, es mucho mejor el desempeño de la pareja conformada por Naomi Watts con el joven James Frecheville.

A pesar de los esfuerzos del reparto la película parece condenada desde el principio por un relato que es tramposo desde su origen. La naturalidad con la que las liberales madres toman el intercambio de primogénitos parece forzada y absurda. La directora no logra hacer con el material un melodrama creíble, no ofrece una pizca de la polémica que promete y ni siquiera la exagerada carga sexual que envuelve a las dos parejas se ve reflejada en la pantalla. A esto hay que sumarle un tono solemne y una duración de casi dos horas, lo suficiente para agotar a cualquier espectador poco impaciente.

A pesar de la prolífica carrera de Anne Fontaine, apenas dos de sus trabajos previos se han estrenado comercialmente en nuestro país, Nathalie X (2003) y Coco antes de Chanel (Coco avant Chanel, 2009). La piel del deseo, su primera película en inglés con un presupuesto respetable y un buen plan de distribución parece que supondrá un bache en la carrera de la experimentada directora. ¿A quién va dirigida? ¿Acaso la disfrutarán las mujeres mayores de cincuenta? No lo sé, pero es una obra completamente prescindible.

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