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Cartelera Retrospectiva / Somos lo que hay

La película se estrenó apenas con 18 copias, aunque también está disponible de manera gratuita en el servicio de Cinépolis Klic
La película se estrenó apenas con 18 copias, aunque también está disponible de manera gratuita en el servicio de Cinépolis Klic

Los Parker tienen una peculiaridad: desde hace más de doscientos años, siguiendo un extraño ritual, se alimentan de carne humana. La madre es quien provee de víctimas, pero después de sucumbir ante una extraña enfermedad, otro miembro del clan deberá ocupar su lugar

Morelia, Mich., 01 de noviembre de 2013.- Coincidiendo con su exhibición en el Festival de Cine de Morelia, se estrenó en cartelera comercial Somos lo que hay (We are that we are, 2013), tercer largometraje del joven cineasta Jim Mickle, versión estadounidense del estupendo thriller del mismo nombre, que dirigió el mexicano Jorge Michel Grau apenas en el 2010. La película ya fue presentada en el festival de Sundance y formó parte de la Quinzaine des Réalisateurs, sección paralela de Cannes donde se muestran cintas, cortometrajes y documentales de corte independiente.

Con guión del propio Mickle y su colaborador habitual, el guionista Nick Damici (tomando como base el trabajo previo de Michel Grau), Somos lo que hay se traslada de los sórdidos barrios de la periferia de la Ciudad de México a una tranquila comunidad rural de los Estados Unidos. Ahí vive la familia Parker, conformada por los padres, un niño pequeño y un par de adolescentes. Los Parker tienen una peculiaridad: desde hace más de doscientos años, siguiendo un extraño ritual, se alimentan de carne humana. La madre es quien provee de víctimas, pero después de sucumbir ante una extraña enfermedad, otro miembro del clan deberá ocupar su lugar.

Son inevitables las comparaciones con la versión mexicana, a la que le ayuda estar situada en un contexto más pobre y violento, convirtiéndose en una especie de alegoría de los tiempos que vivimos. Por otra parte, su simbolismo es menos claro pero más profundo, además de que la lucha interna por el control de la familia es más intensa lo que la convierte en un componente fundamental de la historia, puntos a favor de la ópera prima de Michel Grau.

En tanto que el ambiente rural, el fugaz romance adolescente, el cambio de poder al personaje masculino, la explicación del origen del ritual (una de las partes más flojas de la trama) y la pertinaz búsqueda que emprende un médico para conocer el paradero de su hija desaparecida… todos ellos son elementos que la vinculan más al entorno estadounidense y que logran darle vida propia a la versión de Mickle.

El director se inclinó por un reparto más bien desconocido por el gran público (aunque este hecho puede deberse más bien al limitado presupuesto del filme), desafortunadamente sólo dos de los miembros del elenco lograron crear personajes memorables. Bill Sage como el deschavetado jefe del clan Parker y Michael Parks en su papel del obsesivo médico que busca vengar la desaparición y eventual muerte de su hija adolescente.

Para quienes disfrutamos la obra de Michel Grau, nos resultará muy difícil aceptar esta nueva versión, pero debemos reconocer el esfuerzo de Mickle por intentar ofrecer una visión propia de la familia de caníbales, incluso con una fotografía mucho más elaborada. Hace falta ver más este tipo de películas en la cartelera mexicana, vale la pena darle una oportunidad. Somos lo que hay, se estrenó apenas con 18 copias, aunque también está disponible de manera gratuita en el servicio de Cinépolis Klic.

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