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“Los adioses”, de Natalia Beristáin, se presentó en el FICM

La cinta de Natalia Beristáin brilla por el colorido y la luminosidad de sus escenas, por el gran trabajo de vestuario y diseño de arte, por sus actores… pero encuentro cierta dificultad para establecer un diálogo con su película
La cinta de Natalia Beristáin brilla por el colorido y la luminosidad de sus escenas, por el gran trabajo de vestuario y diseño de arte, por sus actores… pero encuentro cierta dificultad para establecer un diálogo con su película (FOTO: FICM)

La cinta se basa en la vida de Rosario Castellanos, una de las escritoras más importantes de la literatura mexicana del siglo XX. Nos remonta a momentos de su juventud en Chiapas, al igual que estampas de su etapa adulta, donde ya era toda una figura; sin embargo, la película se centra en la conflictiva relación que sostuvo a lo largo de toda su vida con quien compartió trece años de matrimonio.

Morelia, Michoacán, 27 de octubre de 2017.- Inició la recta final de actividades del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), con la función de prensa Los adioses (2017), la cual forma parte de la sección de Largometrajes Mexicanos en Competencia. Éste es el segundo largo de ficción de la mexicana Natalia Beristáin, quien hace unos años presentó en la capital michoacana su ópera prima No quiero dormir sola (2012).

La cinta se basa en la vida de Rosario Castellanos, una de las escritoras más importantes de la literatura mexicana del siglo XX. Nos remonta a momentos de su juventud en Chiapas (en donde es interpretada por Tessa Ia), al igual que estampas de su etapa adulta (aquí el papel lo hace Karina Gidi), en donde ya era toda una figura literaria después de la publicación de la novela Balún Canán (1957). Sin embargo, la película se centra en la conflictiva relación que sostuvo a lo largo de toda su vida con el profesor de filosofía Ricardo Guerra, con quien compartió trece años de matrimonio.

Es importante resaltar que no es una película biográfica como tal. No es un acercamiento puntual y cronológico a la vida de Rosario Castellanos. El guion coescrito por Maria Reneé Prudencio y Javier Peñalosa,  es una especie de collage que se mueve azarosamente, va hacia adelante y atrás en el tiempo, el cual se complementa con textos de la autora chiapaneca: cartas, poemas y discursos, se insertan en las escenas con la intención de brindar una mayor relevancia a las imágenes.

¿Pero funciona realmente esta amalgama? Si lo vemos desde el punto de vista biográfico o de algún espectador que no esté familiarizado con la obra de Castellanos, lo cierto es que no. La propia directora reconoce que pocas personas de su generación y posteriores, reconocen la vasta producción literaria de la escritora chiapaneca. Incluso ahora, lo primero que viene a la mente al escuchar su nombre es el premio de novela breve, al que año con año convoca el gobierno del Estado sureño, en conjunto con el ayuntamiento de Comitán de Domínguez.

Pero ya mencionamos que el acercamiento que hace la directora es distinto. Ella explica que inicialmente buscaba contar una historia sobre las vicisitudes de la vida en pareja, cualquiera que fuese. No había pensado necesariamente en un matrimonio de afamados académicos, pero en ese momento se encontró con las cartas que durante años Castellanos le había escrito a Ricardo Guerra, las cuales fueron publicadas en 1994. Ello cambió totalmente el punto de vista que tenía Beristáin sobre la escritora y empataba muy bien con lo que estaba buscando. Es ahí donde las cosas comienzan a cobrar sentido.

Y es que Rosario Castellanos dedicó una buena parte de su obra a defender los derechos de las mujeres y es reconocida como una de las feministas más influyentes de su época. Sin embargo, tras las puertas de su casa escondía una difícil relación marcada por el machismo y la infidelidad. Para ir más lejos, ciertas frases de sus cartas sugieren cierta sumisión y conformidad. Una contradicción en toda la extensión de la palabra.

Los adioses, es una aproximación distinta a una figura pública, partiendo desde lo universal de las relaciones de pareja, hacia el interior de un personaje. La cinta de Natalia Beristáin brilla por el colorido y la luminosidad de sus escenas, por el gran trabajo de vestuario y diseño de arte, por sus actores… pero encuentro cierta dificultad para establecer un diálogo con su película, la relación se siente desapasionada, es como si le sobrara forma y le faltara intensidad. Pero eso ya lo dirá el público cuando se estrene en cartelera.

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