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Encabeza Carlos Garfias ordenación diaconal de 13 jóvenes

En la celebración estuvieron presentes los obispos auxiliares de Morelia, Mons. Octavio Villegas, -Obispo Emérito-, Mons. Carlos Suárez y Mons. Víctor Alejandro Ledesma, acompañados por el presbiterio diocesano, alumnos del Seminario Diocesano de Morelia, amigos y familiares de los diáconos
En la celebración estuvieron presentes los obispos auxiliares de Morelia, Mons. Octavio Villegas, -Obispo Emérito-, Mons. Carlos Suárez y Mons. Víctor Alejandro Ledesma, acompañados por el presbiterio diocesano, alumnos del Seminario Diocesano de Morelia, amigos y familiares de los diáconos

En la homilía, el arzobispo de Morelia les dio la bienvenida a formar parte del cuerpo de la Iglesia de Cristo, y les dijo que ahora son los colaboradores más cercanos de Dios y de los obispos y sacerdotes, con quienes “deben dar testimonio del amor oblativo, llenos del Espíritu Santo y del gusto por las cosas de Dios”.

Morelia, Michoacán, 25 de enero de 2018.- En la fiesta de la Conversión de San Pablo Apóstol, el Sr. Arzobispo de Morelia, Monseñor Carlos Garfias Merlos, confirió el ministerio del Diaconado a trece jóvenes, “quienes colaborarán en la evangelización, ofreciendo consuelo, esperanza, comunión, servicio y paz en nuestra querida Arquidiócesis de Morelia”.

En un ambiente de júbilo y esperanza, la misa de ordenación fue celebrada en la Santa Iglesia Catedral de Morelia, este día 25 de enero de 2018.

En la celebración estuvieron presentes los obispos auxiliares de Morelia, Mons. Octavio Villegas, -Obispo Emérito-, Mons. Carlos Suárez y Mons. Víctor Alejandro Ledesma, acompañados por el presbiterio diocesano, alumnos del Seminario Diocesano de Morelia, amigos y familiares de los diáconos.

Los sacerdotes ordenados para dicha de la Iglesia Diocesana son: Israel Barrera Ruiz, Félix Esquivel García, José Israel Galindo Carmona, Juan Carlos García García, Josué Maass Nava, Rafael de Jesús Martínez Ramírez, Armando Moreno Ruiz, Manuel de Jesús Núñez Ramírez, Hugo Alberto Reyes Santiago, Alfonso Salazar Servín, Raúl Torres González, David Torres Ponce, y, Néstor Armando Yahuaca Cortez.

En la homilía, Monseñor Carlos Garfias, hizo hincapié en lo “hermoso” que es para estos nuevos diáconos, que su ordenación sea el día de la Conversión de San Pablo, “tras el fulgurante encuentro con Cristo resucitado, fue una experiencia transformadora de la gracia de Cristo, y al mismo tiempo la llamada a una nueva misión, la de anunciar a todos a aquel Jesús a quien antes perseguía, hostigando a sus discípulos”.

Monseñor Garfias, invitó a los diáconos a ser apóstoles de Cristo, “podemos decir que todos los creyentes en Cristo estamos llamados a anunciar las maravillas de Dios”.

Queridos jóvenes, la vocación a ser un apóstol no se funda en los méritos humanos, sino en la bondad infinita de Dios” que los eligió y ahora por medio de la imposición de manos del Señor Arzobispo, les confiere el ministerio diaconal, en el cual están llamados a ser apóstoles, “la sobreabundante misericordia de Dios es la única razón en la cual se funda el ministerio de Pablo, y es al mismo tiempo lo que el apóstol tiene que anunciar a todos”.

Monseñor Garfias exhortó a los diáconos a “únanse cada vez más a Cristo y tomar su ejemplo, para que lo que Él hizo con sus discípulos y con los más necesitados, también lo hagan ustedes en su condición de diáconos, es decir, de servidores de Jesucristo y de sus hermanos. Sirvan con amor y alegría tanto a Dios como a los hombres”.

Como Pastor de la Iglesia en Morelia, el Arzobispo, con amor paternal, les dijo “queridos jóvenes, desde hoy están llamados a gastar su vida por el Maestro, como San Pablo, desde hoy se les pide que, al recibir el Orden del Diaconado, se comprometan a entregar su vida y a dedicarse afanosamente para que el amor de Cristo alcance y conquiste cada corazón humano, haciendo brillar su luz inextinguible”.

Llamando a cada uno de los diáconos por su nombre, el señor Arzobispo les animó a “únanse cada vez más a Cristo y tomen su ejemplo, para que lo que Él hizo con sus discípulos y con los más necesitados, también lo hagan ustedes en su condición de diáconos, es decir, de servidores de Jesucristo y de sus hermanos”.

Para disponerse a recibir este ministerio, previamente los jóvenes diáconos, participaron de una ceremonia eucarística, el pasado 20 de enero, en la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, en Pátzcuaro, Patrona de la Arquidiócesis de Morelia, ante la Virgen de la Salud, y por la autoridad del Señor Arzobispo, hicieron su “profesión de fe, su juramento de fidelidad y su promesa de guardar el celibato para toda la vida”.

En la misa de Ordenación, Monseñor Carlos Garfias, les dijo que el don del celibato, que ellos hicieron con juramento, “será signo y, a la vez, estímulo de su caridad pastoral, así como fuente peculiar de fecundidad apostólica en el mundo. Por su celibato, tendrán la disponibilidad total para el servicio y les resultará más fácil consagrarse, sin dividir el corazón, al servicio de Dios y de los hombres”.

En la homilía, el Señor Arzobispo, le dio la bienvenida a formar parte del cuerpo de la Iglesia de Cristo, y les dijo que ahora son los colaboradores más cercanos de Dios y de los Obispos y Sacerdotes, con quienes “deben dar testimonio del amor oblativo, llenos del Espíritu Santo y del gusto por las cosas de Dios”.

Les dijo que como servidores de Cristo deben ser misericordiosos, y deben, a ejemplo de Tata Vasco, “poner en práctica la Misericordia de Dios y a mostrarla en el servicio, esta será la forma precisa de hacer presente a Cristo con nuestros hermanos que sufren y han sido víctimas de las violencias”.

Monseñor Garfias, los exhortó a ser valientes como el Apóstol Pablo, para ser guías y consuelo de los más necesitados, de los que sufren, de los que padecen las consecuencias de la violencia y desigualdad social que existe en México, “imiten a Jesús, nuestro Maestro, que supo estar en contacto con los más pobres, los descartados de la sociedad, que curó a los enfermos y tuvo un sinfín de encuentros personales donde mostró misericordia y compasión sin condenar a nadie”.

Monseñor Garfias les dijo a los jóvenes diáconos, “reflejen el consuelo y la esperanza que la Iglesia ofrece como su misión en este momento ante tanta violencia y daño de las personas. Recuerden lo que dice San Pablo en su Carta a Timoteo: si ejercen bien su diaconado, alcanzarán un puesto honroso y gran autoridad para hablar de la fe que tenemos en Cristo Jesús”.

Durante la homilía, el señor Arzobispo hizo un llamado a que todos seamos participes en la reconstrucción del tejido social, que participemos en la construcción de la paz, así como San Pablo, que se convirtió y vivió una “experiencia transformadora de la gracia de Cristo, y al mismo tiempo la llamada a una nueva misión, la de anunciar a todos a aquel Jesús a quien antes perseguía, hostigando a sus discípulos”.

Invitó a los Diáconos a decir y hacer como San Pablo, “Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio… la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús”.

En la misa, los jóvenes hicieron su profesión de fidelidad ante el Señor Arzobispo de Morelia, durante la ceremonia también recibieron el libro de los Evangelios, ya que “el ministerio del diaconado está en relación con la tríada: Palabra-Liturgia-Caridad”, desde ahora el anuncio del Evangelio es uno de sus principales servicios, en la Homilía, el Señor Arzobispo resaltó la importancia del anuncio del evangelio “compartimos la misma misión: anunciar a todos las obras maravillosas de Dios, nosotros no podemos dejar de anunciar el amor misericordioso que nos ha conquistado y transformado. Mientras estamos en camino hacia la plena comunión entre nosotros, ya podemos desarrollar múltiples formas de colaboración, trabajar juntos para favorecer la difusión del Evangelio. Y caminando y trabajando juntos, nos damos cuenta de que ya estamos unidos en el nombre del Señor. La unidad se hace en el camino”.

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