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Honestidad y diálogo, grandes retos del nuevo gobierno: Cardenal

Monseñor Alberto Suárez Inda, mostró su dedo en señal de que votó.
Monseñor Alberto Suárez Inda, mostró su dedo en señal de que votó.

El jerarca de la Iglesia Católica pidió a los candidatos aceptar los resultados de las mayorías por cerrados que sean, «un voto es un voto de diferencia y eso cuenta»

Morelia, Michoacán, 7 de junio de 2015.- Honestidad y diálogo serán los principales retos del nuevo gobernador que este día ganó en las urnas y que iniciará funciones el próximo primero de octubre, así lo consideró el cardenal Alberto Suárez Inda, quien convocó a los contendientes a aceptar los resultados de las mayorías, «por cerrados que sean, un voto es un vuto de diferencia y eso cuenta».

En entrevista luego de que emitiera su sufragio en el jardín de niños «Federico Froebel» de esta ciudad de Morelia, el jerarca de la Iglesia Católica advirtió que si bien concluyó la jornada comicial, «todavía falta mucho por hacer».

Sobre el estado que guardó la jornada comicial, Alberto Suárez indicó que, «gracias a Dios salió el sol de manera que hay esperanza, un ambiente propicio para que todos participaran, es lo más importante, que el pueblo participe, que tenga sentido de ciudadanía, que ejerza con plena libertad y espíritu crítico su voto, y que después siga participando, no basta depositar el voto en la urna, necesitamos ser corresponsables y de alguna manera exigir cumplir y hacer cumplir la ley».

Monseñor Suárez Inda expresó por igual su deseo porque esta vez el gobierno sucesor dure el periodo para el que fue votado, «ese es el anhelo popular, tristemente, en 29 años que llevo de obispo en Michoacán, voy a conocer el gobernador número 12, de manera que muchos han durado poquito por distintas circunstancias, ha habido muchos interinos, eso no es bueno, es necesario que haya estabilidad».

Cuestionado sobre el tema de la falta de seguridad que denuncian los ciudadanos, Suárez Inda explicó que él, en lo personal, camina por las calles de Morelia con tranquilidad, «a veces es un poco exagerada la imagen que hay de un estado en donde no se puede vivir, pero tristemente comparto el dolor de las extorsiones, los secuestros y los asesinatos, que es lo más grave».

Aclaró sin embargo que esto no es exclusivo de Michoacán, sino que es en varios estados e incluso países, «se vive esto como efecto de la ambición, de la falta de respeto a las personas y esto nos crea una situación de miedo, de pasividad, de encerrarnos en cuidar nuestras vidas y cosas, y nos inhibe para un mayor compromiso social».

Consideró entonces que a pesar de la difícil situación que se enfrenta, «es una etapa que podemos superar, tenernos confianza, cuidarnos unos a otros en lugar de unos de otros».

EL MAYOR RETO

Sobre el mayor reto que enfrentará el nuevo gobierno, el cardenal de Michoacán enumeró:

Primero una administración honesta, una transparencia en el manejo de los recurso; segundo una buena selección de sus colaboradores inmediatos, la formación de un bueno equipo, con gente capaz y honesta; y tercero, capacidad de diálogo en todos los niveles, que tenga una buena relación con el gobierno federal , con sindicatos, con ayuntamentos.

Esto, citó Suárez Inda, «no es fácil, se ocupa mucha sensatez y paciencia de parte de todos, de gobernantes, organismos intermedios, ciudadanos, hay que privilegiar el bien de la comunidad antes que intereses particulares».

El Cardenal Alberto Suárez emitiendo su voto.
El Cardenal Alberto Suárez emitiendo su voto.

MALA SITUACIÓN ECONÓMICA

En cuanto a la situación económica que prevalece en Michoacán, el líder de los católicos en la entidad reconoció que «va mal, no hay inversiones, no hay nuevas industrias»; y sí en cambio, dijo, hay desempleo, lo que incide además en la migración «y quizá, no es que justifique pero explica que algunos se vayan por la vía de buscar el dinero fácil y eso, aunado con una falta de educación moral, de una capacitación para el trabajo, nos lleva a esta situación de inseguridad y violencia que vivimos».

Pese a ello, Suárez Inda expresó que esa situación «se puede revertir, Michoacán tiene muchas riquezas naturales y gente muy buena, necesitamos organizarnos y emprender un nuevo camino».

ACEPTAR DECISIÓN DE MAYORÍAS

El líder católico elevó oraciones para que luego de concluida la jornada electoral, los partidos «tengan sensatez para evitar todo lo que sea violencia e inconformidad ante la voluntad de las mayorías».

Dejó en claro que la democracia se debe respetar reconociendo lo votos que sean contados, «creo que las instituciones electorales no es que sean apartidistas, sino que están por encima de los partidos, invito a que todos tengamos confianza en la transparencia de los votos».

A pregunta expresa, consideró que el sistema está suficientemente garantizado para que no haya margen de error, y que si hay alguna impugnación «se siga por las vías legales pero en paz».

Insistió que el resultado debe ser aceptado, «no pueden ganar los candidatos de la preferencia de cada uno, para eso está la urna para que cada uno ponga su voto, al final la mayoría define».

Por ello, llamó a los candidatos a reconocer los resultados «por cerrados que sean». Ellos (los candidatos) tendrán la posibilidad de impugnar por la vía legal, pero «no es para que armemos una guerra, sería fatal, hay que atenernos a los resultados, un voto es un voto de diferencia y eso cuenta».

Dijo además que espera que la afluencia haya sido importante, porque «no es sano apostar por la abstención».

Agregó que debe cerrarse la puerta a la falta de civilidad, «por más razones que haya de no aceptar a candidatos o partidos», la civibilidad «nos pide que procedamos con respeto y no de manera vandálica, es una cosa que nos rebaja a todos y nos desacredita, nos marca como pocos civilizados y humanos».

MAESTROS, DEMOCRÁTICOS, EN LA PRÁCTICA

Consciente de la labor que tiene la Iglesia con su misión particular que es el tema religioso, Suárez Inda asentó que con el nuevo gobierno no habrá trabajos específicos porque «no nos toca»; lo que sí toca es «ofrecer un mensaje de fe, la formación de las conciencias, de manera que las familias vivan su gran vocación de ser la primera escuela de virtud».

Finalmente, cuestionado sobre la actitud violenta asumida por los maestros en otros puntos del país como Oaxaca, monseñor Suárez Inda reflexionó: «yo digo que todos, también los maestros, sindicatos y gobernantes, deben recurrir al diálogo, al arreglo vía pacífico, y no entorpecer la vida democrática del pueblo, el anhelo es que los maestros sean más democráticos no sólo en eslogan sino en la práctica, para que sean ejemplo de las nuevas generaciones».

En los momentos de mostrar su credencial.
En los momentos de mostrar su credencial.

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