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Michoacán en estado de emergencia por deuda pública

Así lo afirmó ARegional, quien señala que el estado es la única del país considerada como “foco rojo” por la migración de inversiones y la alta nómina magisterial
Así lo afirmó ARegional, quien señala que el estado es la única del país considerada como “foco rojo” por la migración de inversiones y la alta nómina magisterial

México, D.F, 20 de junio de 2013.- En los últimos seis años, la deuda pública estatal y municipal se incrementó en 98.5 por ciento, al pasar de 175 mil 179 millones 500 mil pesos en 2006 a 347 mil 789 millones 400 mil pesos al cierre de marzo de 2013, siendo Michoacán el caso más grave de endeudamiento.
En conferencia de prensa, Flavia Rodríguez Torres, subdirectora general de ARegional, informó lo anterior, tras presentar un estudio sobre la deuda pública de los estados, y alertó: «sólo en el caso de Michoacán se observa inviabilidad para el pago de su deuda al grado que la entidad se encuentra en un estado de emergencia».


Indicó que en la mayoría de los estados del país que presentan problemas financieros por arriba de los 10 mil millones de pesos: encabezados por el Distrito Federal, Veracruz, Coahuila, seguidos por el Estado de México, Chihuahua, Nuevo León, Chiapas, Michoacán, Jalisco, Quintana Roo, y Sonora -pero dijo- «salvo Michoacán, no existe otro caso grave de endeudamiento ni foco rojo».


El caso de Michoacán «debe ser tratado excepcionalmente», ya que según el estudio de ARegional, en 2006 la entidad tenía una deuda de 3 mil 494.8 millones de pesos y para marzo de 2013 ascendió a 15 mil 206.5 millones de pesos. Sin embargo, explicó «el estado se encuentra inmerso en un círculo vicioso que le impide poder superar su deuda, ya que los graves problemas de inseguridad, que han provocado que las empresas cierren y la amplia nómina del magisterio, lo tienen contra la pared».


«En Michoacán creció rápidamente la deuda en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) y además tiene poco margen de ingresos -ya que los que pagan impuestos y sueldos, como son las empresas, están saliendo de la entidad- y le queda poco margen de acción, ya que, paga un muy alto costo por la nómina de maestros rijosos y para salir deberá inyectar una fuerte suma en seguridad y recortar el presupuesto del magisterio, y eso significaría recortar la nómina, solo así podría seguir pagando su deuda. Es un caso complicado que requiere de la ayuda del Gobierno federal para que se evite un conflicto social».


Otras de las entidades altamente endeudadas son el Distrito Federal con una evolución de su deuda de 51 mil 79 millones de pesos en 2006 a 56 mil 47 millones de pesos, «adeudo que es de los más altos, pero que ha tenido un nivel de crecimiento mínimo en los últimos seis años». Sin embargo, esto no ha impedido que la deuda per cápita de los defeños llegue a casi 6 mil pesos, lo que aunado a la deuda per cápita federal provoca que cada habitante de la ciudad deba en promedio 39 mil pesos.


Otros casos «delicados» son el de Veracruz, que al inicio del sexenio tenía una deuda de 7 mil 37 millones de pesos, para 2010 se había elevado a 21 mil 343 millones de pesos y se incrementó en 2013 a 36 mil 765.7 millones de pesos. Y mención aparte merece Coahuila, que al inicio de 2006, no tenía deuda, no obstante, para 2008 había ya contratado adeudos de mil 534 millones de pesos y para marzo de 2013 se elevó a 35 mil 62.5 millones de pesos.


La doctora Rodríguez Torres explicó que la deuda de los estados se agravó en el sexenio del presidente Felipe Calderón, «pero no como resultado de su gestión, sino como consecuencia del crisis financiera internacional que se desarrolló a finales de 2008 y todo 2009 y que derivó en una severa recesión económica en el país».


Explicó que la crisis provocó que las participaciones federales a los estados y municipios disminuyeran considerablemente al reducirse la recaudación fiscal, y los Impuestos Sobre la Renta (ISR), al Valor Agregado (IVA), y la disminución de los precios internacionales del crudo. Asimismo, los estados recaudaron menos impuestos, lo que los llevó a contratar nuevas líneas de crédito, y con ello, tratar de cubrir los desequilibrios.

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