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Obispos urgen a instaurar un orden de justicia y equidad en Michoacán

A los jóvenes les pidieron "que no se resignen a vivir en un clima de confrontación y violencia", pues son quienes tienen la capacidad de construir un mundo diferente
A los jóvenes les pidieron «que no se resignen a vivir en un clima de confrontación y violencia», pues son quienes tienen la capacidad de construir un mundo diferente

«No podemos negar que vivimos tiempos difíciles; se respira en nuestros pueblos un ambiente de incertidumbre y desconfianza. Venimos arrastrando ciertamente una cadena de vicios, cuyas consecuencias son graves y causan mucho sufrimiento», enfatizaron

Morelia, Mich., 27 de noviembre de 2013.- Los obispos de Michoacán pidieron «con respeto» a los gobernantes «que se empeñen con toda determinación y todos los medios posibles, a instaurar un orden de justicia y equidad que haga posible al pueblo vivir con dignidad».

“Ofrecemos nuestra oración por ellos, para que el Señor ilumine su mente y les permita realizar cabalmente la misión que los ciudadanos les hemos confiado», establecieron.

Asimismo, «a quienes se han dejado arrastrar por la ilusión engañosa de encontrar su felicidad haciendo daño a los demás», les suplicaron «por caridad, que escuchen la voz de Dios que les llama a acercarse a él, a cambiar su modo de pensar y su conducta».

En el mensaje de adviento que difundirán el próximo domingo, pero que subieron a la página web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos de la «Provincia Eclesiástica de Morelia» se refirieron a la situación que vive el estado en materia de violencia.

«No podemos negar que vivimos tiempos difíciles; se respira en nuestros pueblos un ambiente de incertidumbre y desconfianza. Venimos arrastrando ciertamente una cadena de vicios, cuyas consecuencias son graves y causan mucho sufrimiento», enfatizaron, en el apartado denominado «nuestra realidad».

“En alguna forma, todos hemos contribuido a crear esta situación cerrando los ojos, permitiendo lo incorrecto, callando ante la injusticia, dejándonos arrastrar por nuestros instintos y pasiones», expresaron.

También, hicieron un llamado a la confianza y «a mirar el futuro con esperanza», toda vez que «una gran tentación es pensar que no hay remedio, que la sociedad está a tal grado contaminada por la corrupción, que cualquier esfuerzo de querer mejorar las cosas está condenado al fracaso».

Por ello, exhortaron a las familias a no permitir que nuevos estilos de vida nos arrebaten los tesoros más grandes de nuestra cultura cristiana», y aseguraron que el hogar es el espacio privilegiado del encuentro entre personas, del diálogo, del amor que vence a todo egoísmo; y además es la escuela de los valores.

A los jóvenes les pidieron «que no se resignen a vivir en un clima de confrontación y violencia», pues son quienes tienen la capacidad de construir un mundo diferente, donde el respeto y el servicio generoso sean más fuertes que el desprecio y la indiferencia hacia el prójimo.

A su vez, llamaron a ser generosos y dejar la apatía y el individualismo a los líderes y constructores de la sociedad, profesionistas, empresarios, académicos, comunicadores, y a todos los que pueden contribuir con mayor eficacia a lograr un cambio.

El documento está suscrito por el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda; y los obispos de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez; de Tacámbaro, José Luis Castro Medellín; y de Zamora, Javier Navarro Rodríguez.

Lo firman además los obispos auxiliares de Morelia, Carlos Suárez Cázares, Octavio Villegas Aguilar y Juan Espinosa Jiménez; así como el de Zamora, Jaime Calderón Calderón.

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