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Pide Arquidiócesis de Morelia cultura de prevención ante fenómenos naturales

Es muy importante invertir todos los recursos que sean necesarios para generar y favorecer en la población la cultura de la prevención y cultivarla de una manera permanente, afirmó el obispo auxiliar de Morelia, Herculano Medina

Morelia, Michoacán, 10 de junio de 2019.- Ante los fenómenos naturales es necesario generar una cultura de prevención, afirmó el obispo auxiliar de Morelia, Herculano Medina Garfias.

En rueda de prensa, y a nombre de la Arquidiócesis de Morelia, el prelado recordó que ha iniciado la temporada de lluvias y huracanes en el país.

“En Morelia y otros lugares de nuestro Estado, han estado experimentando inundaciones y afectaciones en hogares y lugares de trabajo. Esta experiencia traumática para mucha gente y, en particular, para quienes sufren pérdidas materiales, se convierte en un referente constante en el pueblo”, expresó.

“Como ustedes saben, Morelia y diferentes comunidades están en una situación de alta vulnerabilidad ante los desastres naturales como la lluvia u otros fenómenos”, señaló Herculano Medina.

Para el obispo auxiliar: “Lo más importante es tener la conciencia de que Morelia es vulnerable porque algunas colonias no están planeadas para resistir los embates de la naturaleza, a partir de las normas ambientales que regulan los asentamientos humanos y la configuración de los centros de población”.

Además, indicó que es vulnerable porque tampoco se ha generalizado una cultura de la prevención en la mayoría de la población, lo que disminuiría los riesgos en casos de emergencias.

Por esto, Medina Garfias invitó a toda la población a una verdadera cultura de prevención que tendrá que reflejarse en la educación ambiental (especialmente en no tirar basura en la calle que tapa coladeras…) que se promueva tanto en espacios formales como escuelas, universidades, empresas, iglesias y demás instituciones que tienen capacidad para hacerlo, como en espacios informales como en las colonias y en los espacios públicos.

“Es muy importante invertir todos los recursos que sean necesarios (especialmente las indicaciones de Protección Civil) para generar y favorecer en la población la cultura de la prevención y cultivarla de una manera permanente”, concluyó.

Pentecostés, fuerza renovadora que construye y revitaliza la comunidad

En otro tema, Carlos Garfias recordó que “después de cincuenta días que celebramos la Pascua de Resurrección, hoy (ayer) vivimos la Solemnidad de Pentecostés. Para los cristianos, Jesús ha sido enviado para que los hombres tengamos vida, y la tengamos en abundancia”.

“Él no ha venido a traernos una simple prolongación de la vida mortal, sino la vida eterna, que no es sólo ‘vivir para siempre’ sino que significa vivir en estado de felicidad y gloria permanentes, con el gozo infinito de quienes son hijos Dios… es vivir en intimidad y familiaridad con Dios como vive Jesús… Jesús tiene esa vida, y ha venido a dárnosla a raudales, en abundancia tal que salte en nuestros corazones como torrentes de agua viva.

El obispo auxiliar indicó que: “Pentecostés no es un hecho del pasado no es un ‘lindo recuerdo’, no es una simple página de la historia: Pentecostés no ha terminado, no terminará nunca porque el amor del Señor no pasará jamás. Por eso ahora no estamos ‘recordando’ Pentecostés, sino que estamos celebrando…”.

De acuerdo con el prelado: “La Iglesia vive ‘en estado de Pentecostés’, porque Jesús sigue entregando su Espíritu a la Iglesia, y la fuerza de este Espíritu, obrando en los hombres, les hace experimentar la presencia Dios y el amor del Padre expresado en Cristo, para que los cristianos sean verdaderos «testigos» y hablen de lo que han «visto y oído» ellos mismos.

“El Espíritu Santo actúa en los cristianos para hacerlos verdaderos evangelizadores, y despliega su poder en la Iglesia y sus ministros, para que mediante los sacramentos hagan renacer y alimenten a los hombres con la vida divina”.

Así Garfias Merlos manifestó: “Hoy, pedimos al Espíritu Santo para que nos haga verdaderos testigos de Dios, que nos ayude a estar comprometidos en nuestro mundo tan necesitado de su presencia; que el mismo Espíritu haga que participemos de esta vida divina que brota de él y que nos dé la unión con Cristo y el Padre; y entre nosotros, que haga cesar todas las divisiones, guerras, sufrimiento y violencia entre los hijos de Dios, para seguir construyendo un mundo y sociedad mejores”.

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