Valora Iglesia manifestaciones civiles a favor de la vida: Carlos Garfias
En rueda de prensa, el arzobispo de Morelia mencionó que ese fue uno de los temas que se abordaron la semana pasada en CVI Asamblea General del Episcopado Mexicano; además, exhortó a los laicos “a conservar y fortalecer su lugar en este escenario que les es propio”, expresó
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Morelia, Michoacán, 18 de noviembre de 2018.- La Iglesia Católica Mexicana valora y ofrece su apoyo a las manifestaciones civiles a favor de la cultura del respeto por la vida, desde su concepción hasta su fin natural, subrayó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
En rueda de prensa, el líder religioso hizo un recuento de los temas abordados en la CVI Asamblea General del Episcopado Mexicano, realizada la semana pasada, en donde también se valoraron los esfuerzos de la sociedad civil en temas como el derecho a la vida y la defensa del matrimonio y de la familia teniendo en alta estima el respeto y la fraternidad en el marco de un sano pluralismo.
Al respecto, y como nuevo vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Garfias exhortó a los laicos a conservar y fortalecer su lugar en este escenario que les es propio.
En cuanto a los temas abordados por los obispos mexicanos en ese encuentro, el arzobispo de Morelia destacó también el Proyecto Global de Pastoral 2031-2033 y el compromiso de la Iglesia por la construcción de una nueva sociedad con los valores del Reino de Dios manifestados en el respeto de la dignidad humana: libertad, verdad, justicia y paz, sabiendo que con ello contribuimos al Estado de Derecho.
En cuanto al tema de los migrantes, Garfias Merlos expresó: “Como sociedad e Iglesia, hemos buscado responder fraternalmente a los migrantes en su paso por nuestra tierra atendiendo el llamado del Papa Francisco de acogerlos, protegerlos, promoverlos e integrarlos”.
En otro tema, el líder religioso destacó que el Papa Francisco al final del Jubileo de la Misericordia quiso ofrecer a la Iglesia la Jornada Mundial de los Pobres, para que en todo el mundo las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo.
