Policías municipales de Morelia cumplieron el sueño de Alonso
Ha pasado parte de su corta vida en el lecho de un hospital porque hace algún tiempo le diagnosticaron cáncer en sus ojos, su nombre es Alonso Durán Arroyo, tiene tan solo cuatro años de edad y su sueño era subirse a una patrulla y estar cerca de policías
Morelia, Michoacán, 19 de mayo de 2014.- Sus pequeñas manos, son el reflejo de su alma; te toca el rostro y se percibe la caricia de quien transmite sus emociones de manera especial. Los colores de la vida los considera a través de sus oídos y su voz tierna y queda refiere lo que a su cercano alrededor le indican sus sentidos.
Camina muy lento y en su andar, si sus manos no encuentran un apoyo lo pide con ese timbre de voz que lo muestra introvertido y se detiene porque no puede avanzar más si no tiene una mano segura que guie sus pasos.
Ha pasado parte de su corta vida en el lecho de un hospital porque hace algún tiempo le diagnosticaron cáncer en sus ojos, su nombre es Alonso Durán Arroyo, tiene tan solo cuatro años de edad y su sueño era subirse a una patrulla y estar cerca de policías.
Las agrupaciones “Participación Social, Planeación y Desarrollo A.C.” y “Soñar Despierto A.C.”, fueron quienes conocieron del deseo de Alonso y se dieron a la tarea de solicitar el apoyo a la Dirección de Seguridad Ciudadana.
Con inmediata respuesta, el Comisario Jesús Sánchez Noriega giró instrucciones de atender el caso y fue el Comandante José Manuel Luna Rentería, Subdirector de la Policía Municipal quien encabezó la atención.
En la parte norte de la ciudad, una patrulla y tres motocicletas, con los respectivos elementos formados en posición de firmes, esperaron el momento y ahí, ataviado con pantalón negro, camisa a cuadros verdes y negros y gorra negra, llegó Alonso acompañado de su madre la Señora Maribel Arroyo López.
Se mostraba emocionado pero un poco nervioso, su madre le describió que ya se encontraban los policías a su lado y lo saludaron con afecto. Lo primero que pidió fue subir a la patrulla; tocó el volante, los accesorios y alguien dijo que encendieran las sirenas y al hacerlo, Alonso dio un salto, le asustó el ruido.
No obstante, después de unos minutos se repuso y no daba crédito a lo que estaba sucediendo; con timidez contestaba el saludo de los oficiales, con una de sus manitas tocaba lo que estaba a su alcance y con la otra, no se soltaba de su mamá.
Con la patrulla donde viajaba Alonso por delante, se hizo un pequeño recorrido hacia el centro de la ciudad y frente a la Catedral, se colocaron las unidades para tomar la foto del recuerdo que con seguridad, su madre le describirá.
El ruido de las sirenas llamó la atención de los transeúntes y no faltó quien se acercó para saludar a Alonso y reconocer a la Policía Municipal este tipo de acciones altruistas y así, fue como se cumplió el gran sueño de Alonso.
