Por derrotas y triunfos, partidos deberán renovar dirigencias
Inician los jaloneos, y la presión de los grupos y las tribus que se disputan esos cargos
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Morelia, Michoacán, 15 de junio de 2015.- Unos por ganar y otros por perder, los partidos políticos en Michoacán deberán iniciar los procesos de renovación de sus dirigencias estatales luego de concluidos los comicios para renovar al Jefe del Ejecutivo en la entidad, alcaldes en los 113 municipios, diputados federales y diputados locales.
En los llamados partidos tradicionales, los «grandes», el relevo es más que obligado, más allá de los tiempos ordinarios que rigen a esos institutos políticos.
Superada la sacudida que representó la jornada comicial donde el candidato multipartidista, Silvano Aureoles Conejo, se coronó como el gran vencedor con más de 625 mil votos, grupos y tribus comienzan a moverse con el fin de lograr ubicarse a la cabeza de sus institutos políticos.
GRANDES PERDEDORES
En el caso de los dos grandes perdedores, el PRI y el PAN, son las propias bases o estructuras tanto del Revolucionario Institucional como de Acción Nacional, las que han comenzado a trabajar en la búsqueda de consensos para conseguir sacar de la escena política a sus actuales líderes, Agustín Trujillo y Miguel Ángel Chávez Zavala, respectivamente.
El objetivo es claro: frente a la dolorosa derrota, la intención es comenzar a recomponerse como fuerzas políticas importantes de Michoacán, aún y cuando el electorado no estuvo del todo con ellos y los castigó negándoles el voto.
La reconciliación de rojos y azules será difícil, ya que ambos partidos sufrieron fracturas importantes derivadas de sus procesos internos de elección de candidatos al gobierno del Estado.
Al interior del tricolor leales a Fausto Vallejo, Jesús Reyna y Víctor Silva Tejeda han iniciado brechas de diálogo; buscan consenso, cabildean y empujan a quienes creen que pueden lograr una verdadera operación cicatriz.
Las simpatías que alcanzó el exsecretario de la Secretaría de Desarrollo Social, Víctor Silva Tejeda, lo ubica ya como el primer nombre más señalado para encabezar la dirigencia del Revolucionario Institucional y reposicionar al tricolar en el lugar al que estaba acostumbrado.
A pesar de que dista mucho el tiempo ordinario para que el PRI lleve a cabo este proceso de elección, priístas confían en que dicho proceso no lleve más de tres meses.
El principal argumento lo sustentan los bajos resultados obtenidos: perdió la gubernatura; el famoso «carro completo» quedó muy atrás. Destaca por ejemplo que su candidato, Ascención Orihuela Bárcenas, no ganó ni uno solo de los distritos y por municipios, el abanderado multipartidista le arrebató el triunfo en 80 de ellos, los más importantes, aquellos donde el tricolor era jefe.
En la elección pasada, el Revolucionario Institucional obtuvo 47 alcaldías, esta vez sólo 35 y de ellas, 11 como partido único en las boletas electorales; en las diputaciones federales y locales también registró escandalosos descalabros.
Situación similar viven los del Partido Acción Nacional, que raya en la desesperación tras la conocida ruptura interna derivada del pleito entre los leales a los Calderón y a Marko Cortés y su grupo de fieles.
De ser la segunda fuerza política, luego de los resultados de los comicios del 2011, el PAN se ubicó en el tercer sitio, con una diferencia de más de 211 mil votos entre Silvano Aureoles Conejo y Luisa María Calderón Hinojosa.
Esta votación, Acción Nacional perdió la mitad de los municipios que ganó en los pasados comicios; le fue mal con los diputados, más con los locales, donde sólo logró dos curules en el Congreso del Estado.
Para algunos panistas, lo peor ha sido que además, su partido fue derrotado en municipios donde su palabra era ley, como Zamora.
Así las cosas, grupos albiazules comienzan la operación de rescate de su instituto político; hay incertidumbre por los últimos acontecimientos registrados al interior del PAN, como el «borrón» de 500 afiliados porque «expresaron públicamente su simpatía» hacia Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal electo de Morelia.
Se suma a ello, el control que mantiene aún Marko Cortés sobre el padrón y otros aspectos del partido.
La esperanza la mantienen ante la cercanía de la eleccion interna de la dirigencia nacional que deberá emitirse a más tardar en el mes de julio, cerrado ya en todo el proceso electoral recientemente vivido; y trasciende el planteamiento de que a la par del relevo en la cabeza del CEN, se concrete la de Michoacán, en un afán de darle un respiro a los panistas del Estado.
PREMIOS, PREMIOS
Caso distinto es el del Partido de la Revolución donde el relevo se verá obligado al darse como un hecho la incorporación del dirigente Carlos Torres Piña al esquelo de gobierno que armará el virtual gobernador electo de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo.
La elección extraordinaria es un proceso natural debido a la salida de Torres Piña y de varios de los principales liderazgos, como Pascual Sigala, hoy prácticamente diputado local por la vía plurinominal y ; Juan Pablo Puebla, quien ganó el Distrito de Zacapu o Aracely Saucedo, quien obtuvo la diputación federal por el distrito de Pátzcuaro.
En los tres casos de los llamados «partidos grandes», la elección extraordinaria de sus respectivas dirigencias pareciera un hecho frente a la presión que los grupos comienzan a hacer. Circunstancias similares se notan ya en otros partidos, los «chiquitos», como Morena, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano.
