Sucesos

Brasil 2014 comenzará entre huelgas, protestas y atrasos de obras

Varias protestas contra el exorbitante gasto público de 11,000 millones de dólares en la Copa han sido convocadas para el día de la apertura del Mundial en al menos nueve de las 12 ciudades sede del torneo
Varias protestas contra el exorbitante gasto público de 11,000 millones de dólares en la Copa han sido convocadas para el día de la apertura del Mundial en al menos nueve de las 12 ciudades sede del torneo

Las huelgas y protestas amenazan con arrojar sombra sobre la mayor fiesta del futbol mundial; el sindicato de trabajadores aeroportuarios decretó una huelga parcial de 24 horas en los aeropuertos de Río de Janeiro para este jueves, aunque sólo paralizarán sus actividades entre 20% y 30% de los empleados

 

Sao Paulo, Brasil, 11 de junio de 2014.- La mayor fiesta del fútbol mundial comienza en menos de 24 horas en Brasil, el país que convirtió el deporte en arte, marcada por huelgas, protestas y atrasos en obras como la del estadio inaugural, donde aún trabajan obreros.

Trabajadores daban los últimos retoques al flamante estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, donde en busca del récord de su sexta estrella Brasil enfrentará a las 17:00 horas a Croacia en el primero de los 64 partidos del torneo.

Unos 61,600 hinchas y 12 jefes de Estado y de Gobierno asistirán a la ceremonia inaugural que contará con 650 artistas y la estrella pop estadounidense Jennifer Lopez, y luego al partido.

Las huelgas y protestas amenazan no obstante con arrojar sombra sobre la fiesta. El sindicato de trabajadores aeroportuarios decretó una huelga parcial de 24 horas en los aeropuertos de Río de Janeiro para este jueves, aunque sólo paralizarán sus actividades entre 20% y 30% de los empleados.

Los empleados de autobuses de Natal, el único transporte público de esta ciudad mundialista, anunciaron asimismo que entrarán en huelga a partir de la medianoche en reclamo de mejoras salariales.

Varias protestas contra el exorbitante gasto público de 11,000 millones de dólares en la Copa han sido convocadas para el día de la apertura del Mundial en al menos nueve de las 12 ciudades sede del torneo.

Las huelgas y los llamados a protestas callejeras reviven el fantasma de la histórica revuelta social de junio de 2013, durante la Copa Confederaciones, marcada por frecuentes choques violentos con la policía.

La FIFA se dice confiada en que todo marchará sobre ruedas, aunque hace pocas semanas su secretario general Jerome Valcke confesó que ha sido «un infierno» organizar la Copa en Brasil, célebre por su desbordante alegría y ánimo fiestero pero también por su informalidad.

Previendo desbordes y violencia, la presidenta Dilma Rousseff advirtió que no tendrá «la menor contemplación con quien crea que puede cometer actos de vandalismo o impedir el derecho de la mayoría de disfrutar la Copa del Mundo».

El gobierno logró sin embargo en la noche del miércoles que el metro de Sao Paulo no reanudara una huelga que podría perturbar seriamente el transporte al estadio mundialista este jueves.

BRASIL AÚN EN OBRAS

Obreros munidos de taladros acababan el miércoles los retoques de una baranda del Arena Corinthians, que debería haber sido finalizado el 31 de diciembre pasado, constató un periodista de la AFP.

Otros colocaban grandes lonas para esconder los andamios que soportan un puente que cruza de una avenida al estadio, mientras un grupo dentro del recinto abastece los baños de agua desde un camión cisterna.

Trabajadores de la limpieza sacan brillo a los asientos. Los periodistas trabajan sin grandes problemas durante el entrenamiento de la Seleóao en el estadio, aunque de vez en cuando se cae internet.

Pese al malhumor por los excesos en los gastos de la Copa y los atrasos, la fiebre mundialista sube finalmente en Sao Paulo.

Las calles de esta megalópolis de 20 millones de habitantes al fin se han vestido de amarillo y verde, suenan aislados bocinazos y las tiendas están repletas de banderas y todo tipo de artículos con los colores de la bandera, desde uñas postizas hasta pestañas falsas, pasando por pelucas de mohicano a la Neymar y preservativos ‘verdeamarelos’ con sabor a ‘caipirinha’.

UN PARTIDO SUDADO Y SUFRIDO

Hace siete años Brasil ganó el derecho a albergar su segunda copa en casa determinado a mostrar al mundo su poderío emergente, y de paso exorcizar el fantasma del ‘Maracanazo’ de 1950, cuando Uruguay contra todo pronóstico le derrotó 2-1 en la final.

Y tras meses de críticas por los atrasos en obras de estadios, infraestructura de transporte y sobrecostos, Rousseff aseguró esta semana que Brasil «venció los principales obstáculos y está preparada para la Copa este jueves dentro y fuera del campo».

La presidenta, que se juega la reelección en octubre, mandó callar a los «pesimistas» y comparó la preparación de la Copa a un partido «sudado y muchas veces sufrido», aunque aseguró que el resultado vale la pena.

En un mensaje a la Seleóao publicado el miércoles, Rousseff insufló confianza a los jugadores de la Canarinha: «El mundo sabe que vosotros sois los mejores».
«Cada uno, jugad lo que sabéis. Es suficiente para la victoria», agregó.

Más allá de huelgas y protestas contra el gobierno brasileño o la FIFA, la mayoría de los brasileños y mil millones de televidentes en todo el mundo se frotan las manos ante la perspectiva de un mes con el mejor fútbol del planeta.

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