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“Con el demonio no se dialoga”, advierte el Papa Francisco

“Hermanos y hermanas metámoslo en la cabeza con el demonio no se dialoga, no se pueda dialogar porque nos va a ganar siempre, solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar”: Papa Francisco
“Hermanos y hermanas metámoslo en la cabeza con el demonio no se dialoga, no se pueda dialogar porque nos va a ganar siempre, solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar”: Papa Francisco

En su reflexión en la misa por el primer domingo de Cuaresma, que celebró en Ecatepec ante casi 400 mil almas, el Sumo Pontífice alertó sobre el peligro que tiene todo cristiano de caer en las mismas tentaciones con las que el demonio tentó a Jesús en el desierto

Ecatepec, Estado de México, 14 de febrero de 2016.- En su reflexión en la Misa por el primer domingo de Cuaresma que celebró en Ecatepec ante casi 400 mil almas, el Papa Francisco alertó sobre el peligro que tiene todo cristiano de caer en las mismas tentaciones con las que el demonio tentó a Jesús en el desierto.

En palabras improvisadas en la homilía, el Santo Padre explicó que en “el Evangelio Jesús no le contesta al demonio con ninguna palabra propia sino que le contesta con las palabra de Dios con las palabra de la escritura. Porque hermanos y hermanas metámoslo en la cabeza con el demonio no se dialoga, no se pueda dialogar porque nos va a ganar siempre, solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar”.

En la homilía, Francisco comentó las lecturas de la liturgia del día, en especial el Evangelio de las tentaciones a Jesús en el desierto, e invitó a no olvidar el regalo del Bautismo.

El Papa explicó que las tentaciones que sufrió Jesús son las mismas que tiene cada hombre y “que buscan degradar y degradarnos”: las riquezas, la vanidad y el orgullo. “Tres tentaciones que buscan degradar, destruir y sacar la alegría y la frescura del Evangelio. Que nos encierran en un círculo de destrucción y de pecado”, subrayó.

“¿Hasta dónde nos hemos habituado a un estilo de vida que piensa que en la riqueza, en la vanidad y en el orgullo está la fuente y la fuerza de la vida?, preguntó a los fieles.

El Santo Padre dijo luego: “sabemos lo que significa ser seducidos por el dinero, la fama y el poder” y “por eso, la Iglesia nos regala este tiempo, nos invita a la conversión con una sola certeza: Él nos está esperando y quiere sanar nuestros corazones de todo lo que lo degrada, degradándose o degradando”.

Sobre el Bautismo, el Papa dijo que “la Iglesia nos invita a reavivar el don que se nos ha obsequiado para no dejarlo dormido como algo del pasado o en algún cajón de los recuerdos”.

“Este tiempo de Cuaresma es un buen momento para recuperar la alegría y la esperanza que hace sentirnos hijos amados del Padre. Este Padre que nos espera para sacarnos las ropas del cansancio, de la apatía, de la desconfianza y así vestirnos con la dignidad que solo un verdadero padre o madre sabe darle a sus hijos, las vestimentas que nacen de la ternura y del amor”.

El Pontífice remarcó cómo este tiempo antes de Pascua es “tiempo para ajustar los sentidos, abrir los ojos frente a tantas injusticias que atentan directamente contra el sueño y proyecto de Dios. Tiempo para desenmascarar esas tres grandes formas de tentaciones que rompen, dividen la imagen que Dios ha querido plasmar”.

El Santo Padre celebró la Santa Misa en el Centro de Estudios Superiores de Ecatepec, un municipio del Estado de México cuyas estadísticas de homicidios, violencia contra las mujeres y pobreza es de las más altas de todo el país.

Desde primera hora de la mañana miles de fieles esperaron ansiosos la llegada del Papa Francisco, quien llegó al lugar alrededor de las 11:05 a.m., tras un breve recorrido en papamóvil, donde miles de personas gritaban al verlo pasar “¡Se ve, se siente, el Papa está presente!”.

Muchas de estas personas agitaban banderas de color amarillo y blanco, los oficiales del Vaticano y otros portaban en sus manos globos de los mismos colores que soltaron a su paso.

Poco antes de alcanzar el lugar de la Eucaristía, el Papa pudo admirar un largo mural de 8,8 kilómetros, un proyecto realizado por 50 jóvenes provenientes de diferentes puntos del Estado de México.

Para celebrar la Misa se construyó un impresionante escenario en cuyo centro se dispuso el altar. A los pies del escenario, unos tapetes de colores con motivos típicos mexicanos en los que estaban representados motivos florales y aves en honor a San Francisco Asís.

Los materiales usados para estos tapetes fueron hechos con semillas y aserrín pintado por los artesanos de Tlaxcala y del Estado de México. También en el piso o suelo justo antes del altar se pudieron admirar unos tapetes o alfombras hechos de flores y artesanalmente.

La celebración se desarrolló con una importante solemnidad y la alegría continua de los fieles. El altar estuvo presidido por una imagen de laVirgen de Guadalupe y de la música se encargó una gran orquesta compuesta por músicos de varias nacionalidades.

En sus palabras al Papa, el Obispo de Ecatepec, Mons. Oscar Roberto Domínguez, dijo: “gracias Santo Padre, por venir a confirmarnos en la fe, en la esperanza y caridad. Recordamos sus enseñanzas que: ‘cuando la fe se apaga, se corre el riesgo de que los fundamentos de la vida se debiliten con ella’”.

“Por eso deseamos profundizar en nuestra fe, renovarnos con el impulso de una Iglesia en salida, con la tarea de responder a los desafíos de nuestro tiempo, promoviendo la justicia, la fraternidad, la solidaridad, compartiendo lo que somos y tenemos”, añadió.

Tras las palabras del Prelado dos niños le regalaron un arreglo de flores al Papa, que a su vez obsequió un cáliz para la diócesis local.

Después del rezo del Ángelus, Francisco pidió, como de costumbre, “que no se olviden de rezar por mí”. (CON INFORMACIÓN DE: ACI PRENSA).

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