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Destituyen a magistrado federal por hostigamiento sexual y laboral

Zamudio Arias era titular del Quinto Tribunal Unitario del Segundo Circuito con sede en la ciudad de Toluca, a quien se le comprobaron "conductas graves" de acoso sexual y laboral "en contra de diversas y diversos servidores públicos"
Zamudio Arias era titular del Quinto Tribunal Unitario del Segundo Circuito con sede en la ciudad de Toluca, a quien se le comprobaron «conductas graves» de acoso sexual y laboral «en contra de diversas y diversos servidores públicos»

El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) destituyó al magistrado de circuito Rafael Zamudio Arias; además, se le inició un procedimiento de responsabilidad por realizar movimiento financieros que no correspondían a sus ingresos como juzgador

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México, D.F., 09 de diciembre de 2014.- El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) destituyó al magistrado de circuito Rafael Zamudio Arias, al comprobarle hostigamiento sexual y laboral.

El órgano encargado de la vigilancia y disciplina de los jueces federales precisó en un comunicado que además se le inició un procedimiento de responsabilidad por haber realizado movimientos financieros por más de 4 697.663 pesos (326.453 dólares) que no correspondían a sus ingresos como juzgador.

Zamudio Arias era titular del Quinto Tribunal Unitario del Segundo Circuito con sede en la ciudad de Toluca, a quien se le comprobaron «conductas graves» de acoso sexual y laboral «en contra de diversas y diversos servidores públicos».

El CJF aseguró que el juez, haciendo uso incorrecto del poder, de manera continua intentó «besar a sus colaboradoras, tocamientos, llamadas telefónicas nocturnas, insinuaciones sexuales, acercamiento físico y forzamiento para sostener relaciones sexuales en las instalaciones del propio tribunal».

De igual forma, añadió, su conducta de maltrato laboral «atentó contra la autoestima de las y los funcionarios e, incluso, provocó un daño en perjuicio de la salud de algunos de ellos», mientras que a otros les daba trato preferencial, con horarios diferenciados e inequidad en la carga de trabajo entre secretarios y actuaros judiciales.

«Su proceder quebrantó la integridad emocional de sus subordinados en virtud de que la ridiculización e intimidación de la que los hacía objeto evidentemente causó inseguridad, repercutiendo de manera negativa en su rendimiento laboral, o bien generó un ambiente nocivo en el trabajo», precisó el texto.

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