Editoriales

Alfredo Castillo, retornar a lo básico / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Michoacán demanda acciones concretas, si Alfredo Castillo continuará al frente de la comisión especial deseamos retorne a lo básico, al combate al crimen y la inseguridad, esa fue la primera y más importante encomienda, los conciertos elitistas o el soccer pueden esperar

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Morelia, Michoacán, 18 de octubre de 2014.- El comisionado Alfredo Castillo Cervantes ha estado haciendo política a su estilo, su desempeño profesional ha sido más de fiscal, así lo constata su currículum, ha registrado reuniones a modo para hablar de avances en Michoacán con sus amigos empresarios, al gobernador Salvador Jara Guerrero lo deja de lado.

Situaciones raras del México actual en el que la violencia e impunidad erosionan, Alfredo Castillo llegó a Michoacán porque la situación de inseguridad, zozobra y estancamiento aumentaba muertos y escándalos, se logró la detención de algunos líderes del narco, se abatió a otros, el primer momento legitimaba al enviado del centro para hacer de la entidad un feudo libre del crimen.

Los últimos gobiernos michoacanos habían sido omisos en cuanto al combate a la delincuencia, despilfarradores, negados a la transparencia, en suma el caos michoacano aumentó sin precedentes, las culpas se reparten entre muchos actores que ahora regresan en el más evidente cinismo para aprovechar la desmemoria típica que nos aqueja. Por tales motivos llegó Alfredo Castillo a Michoacán. Posteriormente al comisionado le dio por hablar de todo, anunciar detenciones ante determinados gremios como notarios o empresarios, abordar temas de espectáculos y aparecer pateando balones en la televisión con el uniforme del Barcelona, entonces ya no se entendió el asunto.

Michoacán vive un momento atípico, tenemos un gobierno que será efímero en el que los relevos son frecuentes, ello da una imagen de inestabilidad, las áreas neurálgicas como seguridad pública, procuración de justicia y las finanzas las manejan operadores que llegaron vía la federación, le llaman colaboración pero en apariencia se trata de un avasallamiento.

No hay dinero en Michoacán, la deuda pública creció sin que paguen los daños y costos los responsables de la debacle originada en las administraciones de Lázaro Cárdenas Batel, Leonel Godoy Rangel, Fausto Vallejo y Jesús Reyna; 38 mil millones de pesos se adeudan, toda una cifra de escándalo.

En Morelia los delitos se incrementan, no extraña que las autoridades minimicen los flagelos porque a ellos no les sucede nada, su percepción es desde la comodidad de sus oficinas, lejos del viacrucis cotidiano. Parece que en la región de la Tierra Caliente disminuyó la incidencia delictiva pero en la capital michoacana las ejecuciones alarman, las calles son tomadas por asalto. La inseguridad está latente.

El poder en nuestro país se reparte entre la partidocracia, los plutócratas y un reducido círculo rojo en la opinión pública, sólo que los vacíos los llenan su manera los poderes fácticos. Dicen que el poder a todos los iguala, algunos funcionarios parecen interpretar cabalmente el papel del doctor Jekyll y Mr. Hyde de la autoría de Robert Louis Stevenson, la crisis de identidad, suelen aparentar bondad e interés pero por otro lado se transforman en arrogantes, prepotentes porque esa es su naturaleza.

Michoacán demanda acciones concretas, si Alfredo Castillo continuará al frente de la comisión especial deseamos retorne a lo básico, al combate al crimen y la inseguridad, esa fue la primera y más importante encomienda, los conciertos elitistas o el soccer pueden esperar porque no son primera necesidad en una entidad que demanda inversiones, vivir en paz, respirar otro aire.

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