Dogmas / Teodoro Barajas Rodríguez
Parece que en nuestro país la polarización se hace presente con naturalidad en diversos temas para dejar de lado la discusión razonada, ese espacio lo llenan las descalificaciones, los dogmas que nos hacen tropezar ante un nivel ínfimo de prácticas distantes de la democracia y la inclusión
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Morelia, Michoacán, 09 de septiembre de 2016.- Parece que en nuestro país la polarización se hace presente con naturalidad en diversos temas para dejar de lado la discusión razonada, ese espacio lo llenan las descalificaciones, los dogmas que nos hacen tropezar ante un nivel ínfimo de prácticas distantes de la democracia y la inclusión.
El Frente Nacional x la Familia es una organización de fundamentalistas que se basan en dogmas de su fe para excluir a quienes piensan y viven diferente, no se alienta la discusión en torno a los matrimonios entre personas del mismo sexo, ellos apelan a la Edad Media, para ellos el clan familiar debe integrarse con un padre, una madre e hijos. Seguramente nunca leyeron el mensaje cristiano o se les olvidó. Dogmas, cerrazón, nulo debate.
Recién falleció el cantautor de origen michoacano Juan Gabriel, los días posteriores a su lamentable deceso las opiniones se diversificaron en los medios de comunicación, desde quienes escribían mensajes que parecían elegías hasta quienes criticaron el estilo como aportaciones del artista.
Nicolás Alvarado fue severo al publicar un artículo en el diario Milenio para decir que se trataba de un compositor chambón, lo mismo que expresó su molestia por el uso de lentejuelas “no por jotas sino por nacas”. Un funcionario cultural de Mérida dijo que no hablaría del llamado Divo de Juárez porque le daba “hueva”. Curiosamente ambos personajes fueron cesados de sus cargos, Nicolás Alvarado de Tv UNAM y el otro de la dirección de Cultura del municipio de Mérida, Yucatán.
En ambos casos se puede resumir que los dichos, o mejor dicho escritos, no fueron políticamente correctos y se puede discrepar, seguramente a la mayoría de mexicanos nos gustaba la obra de Juan Gabriel, aunque también se actuó en menoscabo de la libertad de expresión.
El cantautor nacido en Parácuaro recibió en días pasados un prolongado homenaje en el Palacio de Bellas Artes como lo que ha sido, un símbolo de la cultura popular.
Al inicio destacábamos que en nuestro país no se cuenta con una tradición acerca del debate sino de arrebatos, el presidente Enrique Peña Nieto envió hace tiempo una iniciativa para legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y la respuesta de los grupos conservadores identificados con la iglesia católica ha sido intolerante porque promueve la discriminación, como apuntamos al inicio de este artículo.
Las cofradías confesionales olvidan que vivimos en un país laico, así lo establece nuestra Carta Magna, el campo de acción entre los gobiernos temporal y eclesiástico está bien definido, aunque todo parece indicar que la iglesia ha ganado el lance ante un debilitado liderazgo de Peña Nieto.
La doble moral no se oculta, al interior del clero subsisten muchos pastores que han hecho de su conducta lo más apartado de los postulados cristianos, se convirtieron en auténticos depredadores que abusaron de menores de edad, la mayoría de los casos de pederastia permanecen en la impunidad.
A nadie se obliga a casarse con una persona de su mismo sexo, se trata de un acto de libertad y elección personalísima, es decir un asunto de derechos humanos que tiene incidencia en los ordenamientos legales que pueden reformarse.
El vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, señaló que no se había registrado un “encontronazo” tan fuerte entre el gobierno y la iglesia desde los regímenes de Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios dijo Jesús de Galilea de acuerdo con el Nuevo Testamento bíblico aunque algunos creyentes más bien apuestan a vivir en la Edad Media e imponer el pensamiento único. No hay debate, más bien cerrazón.
