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Tras la polémica “The birth of a nation” se presenta en el FICM

Es una película que indudablemente se debe ver y que seguramente seguirá dando mucho de qué hablar en los próximos meses
Es una película que indudablemente se debe ver y que seguramente seguirá dando mucho de qué hablar en los próximos meses

La cinta retoma la historia de Nathaniel “Nat” Turner, un esclavo estadounidense que creció en el condado de Southampton en Virginia. Desde sus primeros años destacó por su inteligencia y su profunda religiosidad. Durante años soportó todos los abusos y desigualdades del sistema esclavista pero con el tiempo comenzó a cuestionarlo.

Morelia, Michoacán, 25 de octubre de 2016.- Una de las películas más esperadas de la sección de estrenos internacionales del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), fue The birth of a nation (2016), ópera prima de Nate Parker, quien desde hace algunos meses está envuelto en una agria polémica que detallaremos más adelante. La cinta se estrenó en Sundance en donde ganó el Gran Premio del Jurado y el Premio de la Audiencia. La cinta rompió récord de venta de derechos de distribución en el certamen al ser adquirida por Fox Searchlight.

La cinta retoma la historia de Nathaniel “Nat” Turner, un esclavo estadounidense que creció en el condado de Southampton en Virginia. Desde sus primeros años destacó por su inteligencia y su profunda religiosidad. Durante años soportó todos los abusos y desigualdades del sistema esclavista pero con el tiempo comenzó a cuestionarlo. Turner decidió iniciar una rebelión en 1831, la cual, a pesar de su corta duración, fue uno de los ejemplos más destacados de resistencia de la población negra antes de que comenzara la Guerra de Secesión estadounidense en 1861.

Nat Parker, quien no sólo dirigió sino que además protagonizó y escribió el guión, envió un mensaje videograbado para la audiencia del FICM, en el cual afirma que la película es importante no solo para la nación estadounidense sino también para todos aquellos lugares en donde aún prevalece la injusticia.

La cinta es un notable ejemplo de producción independiente: bien actuada y con interesantes valores de producción, a pesar de lo bajo de su inversión (diez millones de dólares). La película se estrenó a principios de octubre en Estados Unidos y ya superó sus costos al registrar el pasado fin de semana más de catorce millones en taquilla.

La elección del título no es casual, es una respuesta irónica al filme silente homónimo de D.W. Griffith, de tendencias abiertamente racistas a cien años de su lanzamiento. Parker retoma el nombre y le da un nuevo propósito, utilizándolo como una herramienta para cuestionar el racismo y la supremacía blanca en los Estados Unidos. Justo en un momento en que las tensiones raciales están a flor de piel y tras la evidente omisión de actores y cineastas afroamericanos en la pasada entrega de los premios de la Academia.

Paradójicamente su muy probable candidatura para los Oscar (y la atención de los medios que eso implica), ha levantado una inesperada polémica: en 1999 Parker y un amigo fueron acusados de violación. A la postre Parker fue absuelto, pero surgieron dudas en la prensa tras un análisis detallado del caso y el suicidio de la chica en el año 2012. Por si fuera poco, algunos descendientes de quienes participaron en la revuelta de Turner cuestionaron la veracidad de la obra (aunque no olvidemos que es una cinta de ficción).

The birth of a nation es una obra interesante pero queda lejos de la intensidad y el oficio que muestra Steve McQueen en 12 años esclavo (12 years a slave, 2012), también podemos decir que le sobran algunas recreaciones oníricas. Sin embargo, sabe llegar en un momento puntual y toca fibras sensibles en el ánimo de un país que no logra sacudirse el estigma del racismo. Es una película que indudablemente se debe ver y que seguramente seguirá dando mucho de qué hablar en los próximos meses.

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