Apatzingán no ha recuperado la paz: Salvador Vega
El senador del PAN lamentó que aún no se tenga paz en esta zona de Michoacán que se ha visto envuelta en grandes problemáticas derivadas de la presencia del crimen organizado y las malas estrategias del gobierno, que no han logrado la estabilidad social
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México, D.F., 22 de octubre de 2014.- Al dar inicio a los festejos conmemorativos al 200 Aniversario de la Constitución de Apatzingán, el senador Salvador Vega Casillas lamentó que aún no se tenga paz en esta zona de Michoacán que se ha visto envuelta en grandes problemáticas derivadas de la presencia del crimen organizado y las malas estrategias del gobierno, que no han logrado la estabilidad social.
El apatzinguense manifestó que la situación en esa región del estado se ha vuelto muy complicada, pues no existe desarrollo económico ni empleos, el nivel de calidad educativo está por los suelos y las familias no cuentan con ningún recurso para vivir con tranquilidad y plenitud.
Vega Casillas hizo un llamado para que la estrategia de seguridad implementada por el gobierno federal, sea modificada ya que hasta el momento no ha funcionado como se esperaba, por el contrario tan sólo han causado más violencia, corrupción, perdida de bienes y riesgos de vida.
Pidió además mantener en estado de alerta los focos rojos y concentrar la ayuda a las familias que se han visto afectadas, sobre todo a las viudas que mantienen a sus hijos, pues es un problema para ellas llevar el pan a la mesa, ya que la economía no es favorable, además de cuidarlos por tiempo completo a causa de que las escuelas no cubren sus necesidades.
“La paz con la cual el pueblo de Apatzingán sueña, es una responsabilidad que el gobierno debe asumir para que los michoacanos recuperen la confianza en el Estado y puedan vivir en un ambiente tranquilo y digno. Apatzingán es una ciudad tan cálida y hermosa como todo Michoacán”.
Salvador Vega indicó que la solución a los problemas del estado deben ser atendidos desde una visión global donde se beneficien las ciudades, la economía y las familias, mismas que no tienen por qué pagar por los malos gobernantes que han llegado al estado.
