Energías limpias y colapso de economías (Por: Alejandra Ortega)

Morelia, Michoacán, 19 de octubre de 2021.- Escasez de diversos productos es lo que se vive hoy en diversos puntos del planeta. Anaqueles vacíos, falta de combustible, insuficiencia en el suministro de energía eléctrica y gas. Paralización de empresas e industria es algo que no hubiéramos pensado ver hace apenas un par de años.

Sin embargo, el problema es real y parece hasta contagioso. Empezamos viendo el desabasto de gasolina en Reino Unido que generó pánico entre la población y vimos imágenes de filas enormes de vehículos para cargar gasolina. Una situación inédita que preocupó a propios y extraños.

El argumento fue que debido al Brexit había escasez de transportistas. Así lo consignaron prácticamente todos los medios de comunicación locales e internacionales, pero la explicación dejó muchas dudas y lo cierto es que evitaron mencionar el tema de las “energías limpias” que está implementando ya el gobierno británico, tras firmar el Acuerdo de París que obliga a las naciones firmantes a hacer el tránsito, en el más corto tiempo, de energías fósiles a las llamadas energías verdes.

También pudimos ser testigos de los problemas por los que está atravesando China, al sufrir repentinos y muy prolongados apagones en buena parte de su extensísimo territorio. Algo que jamás hubiéramos imaginado que pasaría a un país tan industrializado y avanzando en temas tecnológicos, pero el gigante chino está en penumbras.

Este hecho ha ocasionado que una parte muy importante de su industria se paralice. Podemos imaginar el impacto de este hecho, no sólo para la economía interna, sino para la mundial y el que se detenga de repente la producción de productos y artículos indispensables que se exportan a todo el globo.

Romper las cadenas de suministros en un momento tan complicado de una pandemia, que ya de por sí había limitado toda la actividad económica, es un golpe durísimo del que difícilmente vamos a salir y apenas empezamos a ver sus efectos.

España ha sido otro país duramente afectado por esta transición hacia las nuevas energías.

Y los precios de la luz y el gas han sufrido incrementos históricos en toda Europa en realidad, como efecto de los esfuerzos por un mundo descarbonizado.

El problema es tan grave en España por el aumento en hasta 44% de las tarifas de luz, que ha habido protestas ciudadanas en distintos puntos del territorio, en donde la preocupación crece al mismo tiempo que se acerca el invierno y la necesidad del uso de la calefacción.

En Estados Unidos ya se vive la escasez de productos alimentarios y el propio gobierno ha advertido a la población que para la Navidad, podría haber problemas para conseguir alimentos y artículos típicos de esta época.

No es difícil imaginarse lo duro que será para México llevar a cabo este cambio de energías, sobre todo porque nuestro país es petrolero y sigue dependiendo mucho de su producción para mantener una economía más o menos estable.

Aquí, aún no sentimos los embates de este cambio de paradigmas y es muy posible que sea gracias al manejo que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador, de este tema, al continuar produciendo el hidrocarburo, a pesar de las fuertes presiones que ejercen los poderes internacionales para que México desaparezca la CFE, cierre refinerías, no compre nuevas y no construya ninguna. 

Aún así, vemos los efectos en el aumento de precios en el gas LP, mismo que seguirá subiendo, según afirman analistas internacionales, por lo menos hasta marzo del 2022. 

Vendrán tiempos difíciles, mucho, y el margen de maniobra de algunos pocos países como México, para eludir la Agenda 2030, se hace cada vez más estrecho.

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