Alito no construyó, derribó Paredes (Por: Rubén Paredes)
Por primera vez, en sus 94 años de existencia, la candidatura presidencial priista no será representada por alguien no solo emanado, si no ya ni siquiera simpatizante con su partido
Morelia, Michoacán, 31 de agosto de 2023.- Alguna ocasión a lo largo de la historia Vladimir Ilich Uliánov, mejor conocido como Lenin, hizo mención de la frase en que “Hay décadas en las que no pasa nada, y semanas en las que pasan décadas.” En un contexto muy distinto al significado que durante los años se le ha asignado, sin embargo es cierto, parafraseando a nuestra actualidad, tuvimos semanas en las que no pasó nada y hoy días en los que todo ocurre.
El proceso electoral que hemos de vivir en 2024 ha sido tan adelantado a sus tiempos en todos sentidos, que el hablar de ello pareciera ya hasta monótono, durante semanas la discusión entre oficialismo y oposición ha sido prácticamente la misma.
Sin embargo todo túnel tiene salida y al final siempre se encuentra la luz, el día de ayer de manera sorpresiva para absolutamente nadie se oficializó lo que prácticamente desde el inicio se sabía, Xóchitl Gálvez habrá de ser la candidata de la alianza “Frente Amplio por México” que comprende a los partidos de PRI, PAN y PRD, suceso que desde hace semanas señaló y adelantó el presidente López Obrador en diversas ocasiones.
Decía un priista de nombre Jesús Reyes Heroles que “En política la forma es fondo.” Y la realidad es que el día de ayer si algo brilló por su ausencia en el priismo, fue precisamente ello, la forma; si bien la tendencia en todo momento del proceso se vio inclinada hacia Xóchitl, el PRI terminó teniendo una aspirante fuerte, que foro a foro fue ganando simpatías y convenciendo con la sensatez que siempre le ha caracterizado, Beatriz Paredes terminó sorprendiendo a todos, hasta a su propio partido.
Alejandro Moreno Cárdenas, conocido en el populi como “Alito” ha sido un presidente polémico para su partido, por llamarle de alguna forma, desde su arribo ha sido señalado de numerosas irregularidades e ilegalidades, pruebas han sobrado de ello, y no solo eso, Alejandro Moreno pasará a la historia como lo dijo Mario Delgado “como el presidente más perdedor en la historia del PRI”, 11 gubernaturas perdidas y el deshonroso saber de haber sido el presidente que perdió POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA a los estados de Hidalgo y de México.
A pesar de ello Beatriz logró conectar con su militancia, esa que fríamente hay que decirlo, cada vez es menos, desbandadas ha habido al por mayor desde que Alejandro dirige, priistas de base y priistas de cúpula, han decidido hacerse a un costado de un proyecto en el que no cabe quien piense distinto como ellos mencionaron, era Beatriz la esperanza de un resurgir priista en estos tiempos, tanto así que logró poner en apuros al PAN, mucho se minimiza lo que logró la tlaxcalteca que llevó a dicho partido a obligar a Santiago Creel a declinar en favor de Xóchitl, dado que la división del voto entre panista solo beneficiaba a Beatriz.
Sin embargo no fue así, Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, se esforzaron en darle la razón al presidente, Xóchitl era, e iba a ser la candidata a como diera lugar, con un Alejandro reconociendo que la aspirante de su partido no había resultado vencedora, sin ella presente y aun sin haberse presentado los resultados oficiales en ese momento, haciéndola a un lado dando razón a lo que siempre se dijo, ella nunca fue su candidata y el respaldo se le da a los propios, no a los extraños.
“Yo decidí ser reformista, otros decidieron ser revolucionarios y otros han decidido ser conformistas. No soy conformista, soy simplemente una gente que cree en la política democrática para cambiar las cosas…” fueron las palabras de Beatriz al ver como el sueño de dirigir a este país se ha ido.
La historia se escribe todos los días, se escribió en 1989 con la primera derrota de una gubernatura priista, lo hizo en 1997 con la pérdida de la mayoría priista en el congreso por primera vez, se escribió en 2000 con la caída del PRI en la presidencia, se reeditó en 2018 nuevamente y hoy se escribe haciendo oficial que por primera vez, en sus 94 años de existencia, la candidatura presidencial priista no será representada por alguien no solo emanado, si no ya ni siquiera simpatizante con su partido, hoy, lejos de construir la re edificación de aquel viejo sistema que durante décadas pareció un castillo que jamás habría de caer, ha sido destruido por un Alejandro Moreno que pasará a la historia como el hombre que derribó las últimas Paredes de lo que conocimos hegemónicamente como el PRI.
