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¿Cuál fue el primer libro que leí? (Por: Lorena Galindo)

Como yo no vi la película, le pedí a mi papá que me comprara el libro. Él accedió y me lo compró, uno ilustrado. Mi papá nos motivaba mucho a leer, así que en casa éramos ávidos lectores, nos gustaba mucho leer.

Richmond, Columbia Británica, Canadá, 30 de diciembre de 2022.- ¡Rueda mi mente y no se detiene! Siempre, siempre anda divagando, ando en la luna, pienso. Así como dice mi escritor favorito, Fedor Dostoievsky, «pienso con palabras inexactas».

Ya tengo rato pensando «¿cuál fue el primer libro que leí?». Éramos niños con mi hermano Miguel cuando él fue con mi papá al cine y me contó la película que vieron, una de Miguel Strogoff que fue sacada de un libro de Julio Verne.

Como yo no vi la película, le pedí a mi papá que me comprara el libro. Él accedió y me lo compró, uno ilustrado. Mi papá nos motivaba mucho a leer, así que en casa éramos ávidos lectores, nos gustaba mucho leer.

Lo que nunca fallaba en casa y todos peleábamos por leer, era la revista de «Selecciones del Readers Digest» y un día de vacaciones en las casa de los abuelos paternos en Aguascalientes, me enteré de que mi abuelo también la leía y encontré ahí algunos ejemplares que eran de los años de la Segunda Guerra Mundial.

Yo estaba fascinada viendo las revistas.

Cuando ya era más grande, 12 años, hacía mis ahorros y compraba mis propios libros, que eran los clásicos ilustrados.

Me metía tanto en las historias que cuando leía La Cenicienta, hasta me ponía a ¡limpiar más la casa! Aunque nunca me salió el príncipe azul, ¡sólo sapos!!

Pero también besando sapos te puede salir el príncipe azul, me decía mi amiga Yola.

¡No le digan a mi esposo! Porque fue el último sapo que besé y me resultó ¡gorila!! Y ni modo, me casé con mi sapito.

No, ya en serio, siguiendo con los libros, ahora ya no leo mucho, solo artículos en periódicos.

Recientemente leí un libro que escribió mi sobrino Juan Carlos H., un libro interesante y duro; pero mi sobrino tiene esa vena de escritor que creo que heredó de mi abuelo Don Rogelio G. Bueno no es que él haya sido escritor profesional, pero sí le gustaba escribir y lo hacía muy bonito.

En la familia encontramos cartas escritas por él y son ¡tan bonitas! Una de ellas, a mi abuela cuando eran novios, y otra que recuerdo mucho para mi tía Guadalupe A., que por cierto es la única sobreviviente de los hermanos de mi papá.

Ella fue la hermana número 12 de 14 (en la vida de familia hay un hermano que ve nacer a todos sus hermanos y un hermano que los ve morir a todos).

Bueno, no quiero ponerme a pensar en eso.

Les quiero contar que empecé a leer dos libros. Uno lo tengo a medias, es un libro del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo y es explicado, de acuerdo con los los libros de los apóstoles, escrito por Jhoseph Aloisius Ratzinger, el Papa Benedicto XVI. En inglés y Su Santidad es un filósofo de muy alto nivel, así que me ha costado trabajo su lectura.

Aunque también tengo empezado otro libro que me regaló una amiguita. Ella tiene la edad de mi mamá y me dio varios libros, unos en español y otros en inglés. Ella me dijo que si no me los quedaba yo, sus hijos los darían a las tiendas de segunda mano.

A mí se me hizo un honor que me haya elegido como heredera de sus libros, así que tengo mucho por leer.

Empecé a leer el Concilio de Trento, también en inglés y es súper interesante. Ya he aprendido cosas de la Edad Media y el erróneo concepto que tiene la gente sobre este periodo. Es una parte de la historia que yo misma no conocía.

No cabe duda, ese dicho que dice «si no leo me aburro». Pero ¡me falta mucho por leer!

Mi amiguita me dio también un libro de los Cristeros, ella me dijo: seguro que en ese libro vas a encontrar nombres de personas que conoces. Dicho y hecho, leyendo el prólogo, lo escribió José González Luna. Muchos de mis amigos también lo van a ubicar, ¿verdad?

No es que los conozca personalmente, pero sé exactamente de quienes hablan.

Otros de mis escritores favoritos son Taylor Caldwell; Robert Graves; las hermanas Brontë, Emily y Charlotte; Quino y Garcia Marquez. De él he leído todos sus libros y ¡me encantan! A excepción de «Amor en tiempos de Cólera». Esa novela me hizo enojar y nunca lo terminé.

También confieso que solía leer la revista «Lágrimas y Risas»; Kalimán; Memín Pingüin; Condorito; la Revista Hola!, y a veces Vanidades. Pa’qué digo que no, si sí.

También la revista La Nación. Incluso un día salí, muy puesta yo, con mis cuates en ella. Porque Margarita Zavala escribió el artículo y me pidió información de gente relevante de Michoacán y pues puse a mi papá, y di el nombre de mis amigos y claro, Lorena Galindo, ella me agarró la onda cuando salió el artículo y ¡ningún dirigente del PAN salió! Ya me querían matar. Yo salí en la revista y ¡ellos no!

Pero les bajé la soberbia. No contaban con mi astucia.

La Nación, para quienes no sepan, era (o es) la revista de tiraje nacional del Partido Acción Nacional y la leía, cuando todavía había gente bonita ahí, no como la que se metió ahora.

Bueno ya no los aburro. Cuídense.

¿Por qué será? (Por: Lorena Galindo)

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