El México que trabaja para comer (Por: Rubén Alcántar)
México no quiere más política y discursos, quiere oportunidades, quiere poder vivir pensando más allá de solo “¿qué vamos a comer mañana?”
Morelia, Michoacán, 02 de agosto de 2023.- “Las grandes transformaciones requieren tiempo”. Es una frase que muy seguramente la mayoría de nosotros, tanto usted, como yo, habremos escuchado en algún momento de nuestra historia política, y la realidad es que mucho de cierto denota dicha frase, el mismo Maquiavelo llego a hacer alusión, mencionando que “El reformador siempre está en un riesgo enorme, porque los cambios que promueve, aquellos que se van a beneficiar, toma tiempo que les llegue el beneficio. En cambio, los que son afectados por la reforma sienten el perjuicio de inmediato”.
En nuestro país la realidad es que sí vivimos una transformación, para bien, o para mal, cada quien es responsable de su propio criterio, gobierno y oposición, izquierda y derecha, chairos y fifís; porque claro, como ya mencioné cada quien es dueño de su propia opinión, pero no de sus propias cifras, los resultados expresados en cifras son algo que muy pocas veces podemos debatir con franqueza, los números no mienten.
¿Por qué hago alusión a ello? Se preguntará quizá usted, el pasado 26 de julio el INEGI hizo públicos los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2023 (la ENIGH) en la que, a términos generales, el instituto nos brinda un desglose de, qué ingresos tienen los hogares en nuestro país, cuántos son, cómo se constituye su gasto, e incluso en que lo gastan, entre muchas cosas que nos hace saber; y bueno ¿Qué nos hizo saber esta entrega? Ya se lo explico.
Comencemos hablando de: ¿Cuántos hogares tenemos? La cifra en esta entrega alcanzó los 37.5 millones de hogares, teniendo un aumento con respecto a 2016 (entrega con la que haremos las comparaciones de este escrito) de un 13.9%, tenemos también que, en nuestro país el ingreso corriente promedio trimestral, es decir: ¿Cuánto ganan en promedio TODOS los hogares? Es de $63’695 pesos a nivel nacional ($56’959 en Michoacán, ocupando el lugar número 23).
Si yo le diera a usted esta cifra, muy seguramente se encontraría inconforme, la gran mayoría de nosotros no percibimos ni de cerca ese ingreso, por ello le explico; la ENIGH comprende sus resultados en deciles, siendo 1 el de menores ingresos y 10 el de mayores, teniendo una enorme brecha entre ambos, es decir, el decil 1 registró un ingreso promedio ponderado trimestral de $13’411 pesos, mientras que el 10 ingresos por $200’696 pesos, es correcto, 93.32% más entre uno y el otro.
Pudiera dejar aquí el análisis, y las cifras con respecto a desigualdad ya serían muy contundentes, sin embargo, continuó. Lo que ya casi todos tristemente sabemos, pero que aun así debo mencionar es que si, los hombres continúan ganando más que las mujeres, no es poca la diferencia, 35% más para ser exactos o en pesos, 10 mil pesos más en promedio al trimestre; la desigualdad no cesa ahí, si desglosamos por rango de edad, claramente quienes menos perciben son las infancias y adolescencias, puesto que en teoría no se encuentran aún en el mercado laboral, pero quienes si se encuentran inmersos en el son las juventudes de entre 20 y 29 años ¿Qué papel ocupamos? Bueno, el penúltimo si precisamos, siendo los adultos de entre 40 y 49 años quienes más ganan, la brecha de ingresos es de 30% o explicado en pesos $9’464.
No escribí este artículo para explicarle ¿cuánto ganamos? Si no porque hay resultados que me han alarmado de sobremanera; ya le mencioné que el ingreso corriente promedio es de $63’695 al trimestre, pero lo preocupante es su comparación con respecto a 2016, el crecimiento de este fue de apenas el 0.2%, así es, hoy en día los hogares perciben prácticamente lo mismo que hace 7 años, siendo que los gastos se vieron muy alterados en ese trayecto.
En este camino ocurrieron muchas cosas, una sucesión presidencial, una pandemia global acompañada de su respectiva crisis, cifras récord en aumentos inflacionarios para los tiempos modernos y bueno, claro que ello afectó en los gastos; hoy en día los hogares gastan 11.5% más en alimentos y bebidas, 3.9% más en transporte y telecomunicaciones, 3.7% más en vivienda y servicios, 22.2% más en combustibles, es decir, en efecto, se gasta más en lo que implique vivir y trabajar, irónicamente creo que nadie queremos trabajar únicamente para vivir, sin embargo los resultados demuestran que cada vez es más así, los gastos en Educación y esparcimiento, lo que en teoría da gran parte del sentido a nuestra vida se redujeron -18% y si usted se considera ya más “aspiracioncita” como lo categoriza el presidente, bueno, los gastos en vestido y calzado se redujeron -14.3%.
Esto es solo la punta del iceberg, en nuestro país 15.4 millones de hogares, 40.1% del total, reportaron haber tenido dificultades para satisfacer sus necesidades alimentarias, y más preocupante aún, 959’608 recurrieron a pedir limosna, tuvieron que emplear a los infantes del hogar o lo que INEGI clasifica como “realizar prácticas socialmente no aceptadas”, 7.4 millones reportaron haber sentido hambre, de los cuales 4.42 sintió hambre pero no comió y 3.19 sintió hambre pero comió una vez en el día.
Las grandes transformaciones requieren tiempo, ello es muy cierto, pero la mayor parte de las veces el pueblo no tiene ese tiempo, la realidad es clara y hoy vivimos en un país en el que se trabaja para comer y se vive para trabajar, en el que los ingresos no son suficientes para la inmensa mayoría de la población, en el que las oportunidades no terminan de llegar y las opciones no paran de agotarse, México no quiere más política y discursos, quiere oportunidades, quiere poder vivir pensando más allá de solo “¿qué vamos a comer mañana?”, no somos Venezuela o algún país del África, pero somos México, y nuestros problemas son reales, mientras tanto, basado en estás cifras puedo afirmar que, cada vez estamos más cerca de ser “El México que trabaja para comer”.
