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Inútil y en extremo peligroso, el circo político en torno a la Guardia Nacional

Cabe la posibilidad de que AMLO deje como cabeza de sector a la GN y degrade a las Fuerzas Armadas al rol de áreas operativas de la misma.

Ciudad de México, 23 de agosto de 2022.- La iniciativa de que la Guardia Nacional (GN) forme parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) provocó un debate inútil y hasta peligroso, que exhibe de cuerpo entero a los políticos que se han pronunciado a favor y en contra, comenzando por el propio presidente de la República.

El actual gobierno se ufana de haber «creado» a la GN, pero esta cuarta fuerza armada existe como tal en la Constitución Política de nuestro país.

Expliquemos, primero, por qué es inútil.

El 9 de febrero de 2009, el general de División Diplomado de Estado Mayor retirado, Roberto Badillo Martínez —entonces diputado federal del grupo parlamentario del PRI— propuso al Congreso de la Unión una iniciativa de ley con proyecto de decreto para reformar los artículos 73, 76, 78 y 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

El general Badillo reproduce su iniciativa en El libro verde de las Fuerzas Armadas, cuya primera edición apareció en abril de 2012, es decir, seis años antes de que Andrés Manuel López Obrador asumiera el cargo de presidente de México.1

El militar mexicano (con 50 años de servicio en el Ejército mexicano) resumió en la introducción una serie de causas por las cuales era conveniente y necesario reactivar a la GN. Reproducimos una de ellas:

Debemos primeramente reconocer, que nuestro actual sistema policial no sólo es deficiente, sino como sabemos, ha sido vulnerado en su estructura por el crimen organizado, no de ahora, sino de hace decenas de años, en sus diferentes niveles.2

Enseguida, Badillo apuntó:

Las tareas relacionadas a la lucha en contra de la delincuencia, se deben realizar con cuerpos competentes, debidamente estructurados, con alta capacitación y adiestramiento, con equipo adecuado, pero sobre todo, con labores de inteligencia. En México, esto no ocurre excepto en las fuerzas armadas.3

Con base en lo anterior, la iniciativa proponía la reactivación de la Guardia Nacional con base en la experiencia adquirida por las Fuerzas Armadas mexicanas durante el combate a los grupos criminales, y en ejemplos exitosos de países «que han confiado en fuerzas organizadas, adiestradas y manejadas por las Fuerzas Armadas, para labores de Seguridad Pública».4

La propuesta hacía responsable a la SEDENA de activar, reclutar, organizar, adiestrar y operar a la Guardia Nacional, la cual quedaría bajo su mando. Correspondería a la Defensa Nacional, además, expedir el reglamento regulatorio de las operaciones de la GN.

La iniciativa del general Badillo Martínez aclaraba que de ninguna manera pretendía saturar a la SEDENA:

En este contexto, me permito mencionar que no se pretende asignar más actividades a la extenuante carga de la Secretaría de la Defensa Nacional, sino capitalizar su capacidad de organización, adiestramiento, disciplina y lealtad a la Patria para que organice las actividades de la Guardia Nacional.5

Badillo Martínez, quien se desempeñó —por ejemplo— como comandante de batallón (compuesto aproximadamente por ochocientos soldados), de zona militar (tres mil efectivos) y región militar (diez mil tropas) también propuso hace trece años que la Guardia Nacional se reactivara con personal militar egresado de las escuelas militares del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada.

El plan contemplaba que la GN ampliara sus responsabilidades de manera paulatina en materia de seguridad pública, así como de resguardo de centros de readaptación social, aduanas y fronteras.

La LX legislatura del Congreso de la Unión rechazó la propuesta de Badillo Martínez. Integrada por una mayoría de políticos acomodaticios e improvisados, dejó listo el escenario político para que uno de ellos, Andrés Manuel López Obrador, declarara públicamente que, si pudiera, desaparecería a las Fuerzas Armadas y las sustituiría con la Guardia Nacional.

De lo anterior, podemos concluir lo siguiente:

  1. La GN no debe ser civil. Sus integrantes (120 mil, actualmente) son militares. Y los militares solo tienen un jefe civil, que es el presidente de la República.
  2. Solo se necesitaba reactivar a la GN. Era suficiente que el Ejecutivo federal diera la orden al general secretario de la Defensa Nacional. La GN ya estaba en la Constitución mexicana.
  3. La actual discusión en el Senado es inútil. Este órgano legislativo carece de jurisdicción sobre las Fuerzas Armadas. Otra vez, políticos acomodaticios e improvisados…
  4. Si las Fuerzas Armadas dan de alta a los guardias nacionales, los adiestran, les pagan, los alojan, los alimentan, les dan uniformes, los dotan de equipo y armamento, les dan atención médica (a ellos y a sus familias), entonces han pertenecido y pertenecen al Ejército, o a la Fuerza Aérea o a la Armada. Así de simple.
  5. Puede ser que Andrés Manuel López Obrador haya armado todo este circo político con la intención final de desaparecer a nuestras Fuerzas Armadas, de manera paulatina. El primer paso fue «crear» a la Guardia Nacional «civil». El segundo, es incorporar a la GN a la SEDENA. El tercero, desde el punto de vista del autor del presente artículo, es que el propio AMLO o quien deje en Palacio Nacional —en el 2024— voltee el orden institucional. ¿Cómo? Poniendo a la Guardia Nacional como cabeza de sector y degradando al Ejército, Fuerza Aérea y Armada al nivel de ramas operativas. Por esta razón, el actual debate en el Senado es peligrosísimo para México.
  6. Lo anterior explicaría por qué el presidente López Obrador pretende extenuar a las Fuerzas Armadas encomendándoles un sin fin de responsabilidades que están fuera de su ámbito de competencia.

Notas:

  1. Crf., Roberto Badillo Martínez. El libro verde de las fuerzas armadas. (México: Edición del autor, 2012), 108-121.
  2. Ibid., 110.
  3. Ibid., 110.
  4. Ibid., 111.
  5. Ibid., 111.
  6. Roberto González Amador, Luis Hernández Navarro, Pedro Miguel, Alonso Urrutia y Miguel Ángel Velázquez, “El pueblo está muy contento con el cambio: AMLO”, La Jornada, 1 de julio de 2019, https://www.jornada.com.mx/2019/07/01/politica/002n1pol

(CON INFORMACIÓN DE: SIN COMPROMISOS. LA OTRA HISTORIA).

Putin: luces y sombras (Por: Jorge Santa Cruz)

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