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Putin: luces y sombras (Por: Jorge Santa Cruz)

El jefe del Kremlin es un personaje de contrastes que determinará, para bien o para mal, el futuro del cristianismo y del mundo

Ciudad de México, 29 de marzo de 2022.- La nación es el alma de cada pueblo, su esencia metafísica. Es la que da sentido a la vida en común. Y así como el alma de cada persona, el alma nacional debe estar orientada a la verdad, al bien, a la libertad, a la justicia y al respeto a los demás.

El nacionalismo es, por tanto, la expresión tangible (puesto que se puede ver y valorar desde el punto de vista ético) del tipo de alma que tiene cada pueblo. «Por sus frutos los conoceréis», dijo Nuestro Señor Jesucristo alguna vez a quienes Lo escuchaban:

Guardaos de los falsos profetas, los cuales vienen a vosotros disfrazados de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces. Los conoceréis por sus frutos. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Asimismo todo árbol bueno da frutos sanos, y todo árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede llevar frutos malos, ni un árbol malo frutos buenos. Todo árbol que no produce buen fruto, es cortado y echado al fuego, De modo que por sus frutos los conoceréis. (Mt. VII, 15-20).1

Permítasenos una analogía, basada en la prédica infalible de Nuestro Señor Jesucristo: las naciones son como árboles, cuyos frutos son buenos o malos según las acciones colectivas que llevan a cabo, sea por convencimiento, sea miedo a los gobernantes en turno.

El actual gobierno ruso que encabeza el presidente Vladimir Putin no es el que impusieron los comunistas en 1917 por medio del terror, las matanzas colectivas, los gulags, la persecución, la delación, la colectivización… No lo es, por mucho y que Putin haya servido en la policía política del régimen soviético (KGB), el cual se colapsó en diciembre de 1991.

Putin enarbola un nacionalismo consecuente con la práctica del cristianismo y que rechaza, en cambio, la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo. En su otra faceta, sin embargo, enaltece al Ejército rojo que contribuyó a la derrota del Ejército de la Alemania nacionalsocialista en 1945, y denuncia que Occidente quiere borrar a la milenaria cultura rusa.

Jorge Santa Cruz
El autor, Jorge Santa Cruz, es periodista; académico en la Universidad Anáhuac y director de Sin Compromisos, la otra Historia

Lo luminoso de Putin

Putin defiende el concepto natural de familia, el que se funda en el matrimonio que une a un hombre y a una mujer. El 13 de febrero de 2020, aseguró, por ejemplo, que mientras él sea presidente de Rusia no habrá matrimonio homosexual. La agencia de noticias rusa Sputnik Mundo difundió ese día un video de esa declaración.2

Se debe reconocer también que Putin está abierto al cristianismo, en especial, al que profesa la Iglesia Ortodoxa rusa.

Una nota difundida por Sputnik Mundo el 28 de abril de 2019 reprodujo parte de la felicitación de Putin a los fieles ortodoxos con motivo de la Pascua. Leamos:

Esta antigua fiesta cristiana durante siglos llena a todos de alegría y esperanza, así como de fe en el triunfo de la vida y el amor, simbolizando el vínculo inextricable que existe entre las épocas y las tradiciones espirituales que sirven a la unidad de nuestro pueblo.3

La referida nota consignó, además, lo siguiente:

El líder ruso puntualizó que la Iglesia Ortodoxa rusa y otras confesiones cristianas desempeñan un papel importante en la conservación del rico patrimonio histórico y cultural del país, así como velan sinceramente por el fortalecimiento de los valores de la familia y la educación de la joven generación.4

Llama la atención que Putin encomie el papel desempeñado por la Iglesia Ortodoxa rusa y otras confesiones cristianas «en la conservación del rico patrimonio histórico y cultural del país». Vistas así las cosas, el número 1 del Kremlin considera que Rusia está por encima de la verdad revelada.

Se debe reconocer, por otro lado, que Putin se enfrentó directamente al globalismo y al brazo armado de este: la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Y que lo hizo a sabiendas de que el poder de las élites occidentales es avasallador.

El presidente ruso declaró el viernes 25 de marzo que los países occidentales intentan cancelar a la milenaria cultura rusa. La agencia Sputnik Mundo reproduce de manera textual parte de sus palabras:

Hoy están intentando cancelar todo un país milenario, nuestro pueblo. Me refiero a la discriminación progresiva de todo lo relacionado con Rusia (…) a esta tendencia, que se está desarrollando en varios Estados occidentales y con la plena connivencia, y a veces incluso el aliento de las élites gobernantes.5

La nota de Sputnik Mundo agrega:

Según Putin, ahora en Occidente se están prohibiendo las obras de escritores y compositores rusos, lo que se puede comparar con la actuación de los nazis en Alemania durante la época de Hitler.

Además, los países occidentales en sus películas niegan la contribución decisiva del Ejército Rojo a la derrota del fascismo, subrayó el mandatario ruso.

Sin embargo, Putin expresó la esperanza de que la verdad encuentre su camino a través de la fuerza unificadora de la cultura.6

Lo oscuro de Putin

Se entiende perfectamente que Putin quiera colocar a Rusia como una superpotencia. Lo que es contradictorio es que rinda homenaje al Ejército Rojo cada vez que puede o quiere.

Su revisión de la historia es muy singular, pues soslaya los crímenes cometidos desde Lenin hasta Gorbachov.

Es cierto que el globalismo quiere borrar a Rusia; como también quiere hacerlo con Europa, América, Asia y África.

Lo que resulta incongruente es que Putin denuncie la discriminación contra su milenario país y soslaye, por ejemplo, que el jefe de la propaganda soviética Ilya Ehrenburg decía que los alemanes eran subhumanos. Si esto no es discriminación ¿qué lo es entonces?

El historiador estadounidense Alfred M. de Zayas documentó que Ehrenburg publicó en 1943 un libro titulado La guerra en el que escribió, entre otras arengas, la siguiente:

Los alemanes no son seres humanos. De ahora en adelante el mundo alemán significa para nosotros el juramento más terrible. De ahora en adelante, el mundo alemán nos llama la atención. No hablaremos más. No nos emocionaremos. Mataremos. Si no has matado al menos a un alemán al día, has desperdiciado ese día… Si no puedes matar a tu alemán con una bala, mátalo con tu bayoneta. Si hay calma en tu parte del frente, o si estás esperando el combate, mata a un alemán mientras tanto. Si dejas vivo a un alemán, el alemán ahorcará a un ruso y violará a una mujer rusa. Si matas a un alemán, matas a otro: no hay nada más divertido para nosotros que un montón de cadáveres de Alemania. No cuentes los días, no cuentes las verstas [medida de longitud rusa que equivalía a 1.067 kilómetros]. Cuenta solo el número de alemanes asesinados por ti. Mata al alemán; es la petición de tu abuela. Mata al alemán; es la oración de tu hijo. Matar al alemán; son los gritos de tu patria. No te pierdas. No lo dejes de hacer. Matar.7

De Zayas, quien de ninguna manera puede ser calificado de pronazi, documenta cómo los soviéticos, por ejemplo, violaban a las mujeres alemanas y las crucificaban desnudas en automóviles o en las puertas de sus casas.8

Conclusión

Las élites occidentales globalistas quieren, en efecto, la caída de Putin y el sometimiento de Rusia. Esto, sin embargo, no vuelve perfecto al presidente ruso. El actual jefe de Estado ruso tiene la oportunidad de exhibir los crímenes cometidos por los soviéticos y desmarcarse ideológicamente de ellos.

Sus procedimientos políticos suelen ser contradictorios: utiliza la bandera imperial rusa, pero exalta las victorias del Sóviet.

El emperador romano Constantino venció con la señal de la Cruz; Putin puede hacerlo también. Hoy tiene de aliado al régimen comunista chino, mismo que pretende convertirse en la primera potencia del mundo en el 2050. Y el comunismo es enemigo declarado del catolicismo (incluido el ortodoxo).

Putin enfrenta la disyuntiva de ser un falso profeta o un presidente genuinamente cristiano. La Virgen María pidió en Fátima que la nación rusa, entonces sometida al comunismo, fuera consagrada a su Corazón Inmaculado para que dejara de esparcir sus errores y sus horrores. En el siglo XX, no se hizo. Hoy, Jorge Mario Bergoglio, papa del globalismo, lo ha hecho como parte de la campaña propagandística contra el actual gobierno ruso.

En síntesis: no basta que Putin sostenga algunas posturas correctas; todo en él debe ser congruente. Su misión es conducir a la nación rusa a la verdad, al bien, a la libertad, a la justicia y al respeto de los demás.

A los humanos, se les puede engañar; al Dios único y verdadero, no. «Por sus frutos los conoceréis».

Referencias

  1. Juan Straubinger. «Biblia comentada». (Evangelio según San Mateo. Capítulo VII, 15-20).
  2. Sputnik Mundo. «Vladímir Putin hace una distinción entre la familia y el matrimonio». Video en Facebook. (Fecha de publicación: 14 de febrero de 2020). Consultado en https://www.facebook.com/sputnik.mundo/videos/182176263100233/
  3. Sputnik Mundo. «Putin felicita con motivo de la Pascua a los cristianos ortodoxos». (Fecha de publicación: 28 de abril de 2019). Consultado en https://mundo.sputniknews.com/20190428/putin-felicita-con-motivo-de-la-pascua-a-los-cristianos-ortodoxos-1086961351.html
  4. Íbid.
  5. Sputnik Mundo. «Putin denuncia el aumento de la discriminación de todo lo relacionado con Rusia en Occidente». (Fecha de publicación: 25 de marzo de 2022). Consultado en https://mundo.sputniknews.com/20220325/putin-denuncia-el-aumento-de-la-discriminacion-de-todo-lo-relacionado-con-rusia-en-occidente-1123575335.html
  6. Íbid.
  7. Alfred M. de Zayas. «Nemesis at potsdam. The anglo-americans and the expulsion of de germans». Londres y Boston: Routledge y Kegan Paul): 1979, páginas 64-65. Edición digitalizada por Fundación Kahle/Austin. Consultado en https://archive.org/details/nemesisatpotsdam0000deza_i0i9/mode/2up

(CON INFORMACIÓN DE: SIN COMPROMISOS).

López Obrador traiciona al Ejército; lo quiere desaparecer (Por: Jorge Santa Cruz)

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