Proyecto Secreto: Situación preocupante, muy grave
No podemos perder la sabiduría, acervo de valores trascendentes que hacen sabia y feliz la convivencia.
Morelia, Michoacán, 13 de junio de 2023.- Vista panorámica
El panorama mundial es desolador donde quiera que volvamos la mirada.
Se ha perdido la dignidad, la vergüenza. No se construyen los gobiernos y la interacción social sobre los grandes valores del homo sapiens, del ser humano, hijo de Dios y hermano de los hombres que funden una convivencia digna, armoniosa donde se hace posible el progreso, la tranquilidad, la dignidad personal, la excelencia, la solidez, el modelo de sociedad que se ha buscado a lo largo de la historia como una conquista, un sueño de grandeza y felicidad, una meta trascendente.
En la era de la globalización compartimos el mismo planeta y la misma historia y los grandes conflictos, errores, crímenes horrendos, conductas absurdas y asesinas que están a la vista de todos por una comunicación instantánea sobre todo el planeta.
Son los escándalos del expresidente Donald Trump que ha perdido la sindéresis, la conciencia moral que norma la conducta según una sabiduría milenaria y según la Revelación divina que Dios nos ha prodigado en el pueblo escogido y el Mesías, el Hijo de Dios hecho hombre.
El mandatario estadounidense cometió crímenes, fraudes contra la seguridad de su país, contra las instituciones democráticas y sus principios, tuvo caprichos y arbitrariedades. Hasta cierto punto es normal porque el hombre es limitado, lleva una división interior que lo inclina al mal y es capaz de cometer el crimen que lleva a la destrucción. En otro tiempo el criminal convicto reconocía su conducta equivocada y destructiva que lesionaba la convivencia social y el orden público. Convicto y confeso cumplía su pena.
Ahora después de haber cometido crímenes y errores, el sujeto, refiriéndose a un sistema de valores que acepta sólo en la teoría pretende darse una imagen de justo, inocente, impecable. En la narrativa defiende una imagen pura e íntegra, digna de admiración. Es una imagen incoherente, asentada en el vacío, insostenible que el gran público no reconoce. Todo queda en personas criminales y además mentirosas. De todos modos el orden público queda trastocado. Se rompe el orden social, el cosmos (orden creado) y el Estado de derecho y la dignidad de la persona humana. Hay desconcierto en los débiles y sencillos.
El caso se repite en los más diversos países. Toman sus intereses materiales como la verdad y la justicia. Después de violaciones a los derechos, invasiones, la sangre y el sufrimiento de tantos inocentes, tienen el cinismo de declararse inocentes, de justificar su guerra ante las naciones cuando están llenos de sangre, injusticia y crueldad y crímenes de guerra. Es el caso de un personaje desquiciado, enajenado en sus ambiciones, Vladimir Putin.
Son sólo algunos ejemplos entre el desorden planetario y muchos casos de crímenes, asesinatos, violación de los derechos humanos. ¡Cuántas vidas segadas!
Es patético el panorama mundial: Venezuela, Perú, Nicaragua, El Salvador entre los casos más cercanos. También es muy dolorosa la situación de pueblos atrasados y empobrecidos, en buena medida por el saqueo de las potencias colonialistas. Son tantas las guerras en los pobres países de África: Etiopía, Sudán, y tantas otras naciones que sufren la guerra civil, el retraso, la enfermedad. Es tan doloroso que vivan de la desesperanza, para odiar y para matar.
¿Qué hacer? ¿Quitar las máscaras? ¿Es tiempo ya de que termine la simulación y el engaño y que aparezcan las personas y sus movimientos a la luz de la verdad? Muchos, en el fondo de su conciencia lo reconocen pero son montados .
Son tantas las traiciones la violación de los derechos humanos, el atentado contra los valores fundamentales y los principios universales.
Sólo en el discurso y la teoría muchos gobiernos son una democracia, en realidad, son regímenes de autoritarismo, de violaciones a la Constitución donde no se respeta la separación de poderes y el Legislativo claudica y se somete al Ejecutivo que quiere doblegar y someter al Judicial pretendiendo imponer por sobre todas las cosas ideas personales, intereses facciosos y mezquinos, arrogándose una autoridad por encima de la condición humana, de las instituciones y de Dios.
En nombre de un proyecto personal, basado en caprichos y sueños del individuo se destruye la democracia, instituciones beneméritas, útiles, protectoras de la paz social, de los derechos de la persona, de la democracia y la justicia . Lo que sí se vive en muchos países no es una democracia. La mayoría del poder legislativo ha claudicado, perdido su autonomía y se ha sometido al Ejecutivo. Ambos destruyen las instituciones democráticas, echan atrás los avances y hacen retroceder a las épocas obscuras de la dictadura de partido.
Alterando el orden establecido, imponen sus reformas atentan contra la Constitución, un acervo de sabiduría que ha costado sangre.. Agreden al poder judicial buscando doblar a los ministros.
La luz de Dios
Hay que ir al fondo de los hechos y de las personas para descubrir sus verdaderas intenciones egoístas y destructoras del orden democrático y valorar su conducta según el orden moral, y del Estado de derecho en favor de algunos, en regímenes autoritarios y destructores de la vida democrática según principios y valores trascendentes y humanos, según el orden establecido por el Creador.