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Toque de Nano Sabiduría: El infierno que viene

En realidad, ¿a quién le importa el problema del cambio climático en una población asfixiada por la violencia y angustiada por la crisis en producción, economía, en todos los renglones?

Morelia, Michoacán, 18 de agosto de 2023.- Visión panorámica.

Estamos sufriendo la sequía más larga y terrible de la historia, nunca habíamos visto un mes de julio tan seco y caluroso.

Los gobiernos siguen en sus banales asuntos, en la carrera al poder, de espalda a los problemas inmensos.

Hay grave preocupación en quienes piensan y temen el final de la especie amenaza.

Las mayorías parecen no ser conscientes o no miden bien la magnitud del problema y las consecuencias trágicas con alcance universal y total.

Aunque Marta Bárcenas se opone en la EU-LAC BUSSINES ROUND TABLE: “para nuestra región no es viable ni aceptable que seamos una cantera de recursos naturales condenada al extraactivismo y la provisión de mano de obra de baja calificación”. Hay una nueva forma de explotación heredada de la Colonia.

Por otra parte, hay manifestaciones de honda preocupación por todas partes. El Boletín de los Científicos Atómicos, que describen el reloj como una metáfora de lo cerca que está la humanidad de la autoaniquilación, movió las manecillas de 100 segundos a 90 segundos para la medianoche. En la junta de ciencia y seguridad y los patrocinadores hay 11 premios Nobel.

Es una amenaza existencial para el mundo. Biden anuncia medidas para frenar el cambio climático. Son bellas declaraciones de político. Del dicho al hecho…

En realidad, ¿a quién le importa el problema del cambio climático en una población asfixiada por la violencia y angustiada por la crisis en producción, economía, en todos los renglones que estamos padeciendo y que el gobierno niega ocultándose en “otros datos”.

Los ricos quieren hacer mucho dinero, sin importarles en serio la vida digna de los latinoamericanos ni la amenaza planetaria que se cierne sobre todos. Morirán los grandes como sus ingentes capitales.

Los países de África y América latina han sido explotados y devastados y sumidos en el caos climático por los países ricos.

Los grupos ecologistas son numerosos y dinámicos para defenderse del cambio climático pero parecen impotentes al lado de los empresarios, grandes capitalistas que tienen arreglos cupulares con la mafia del poder. Con sus fábricas producen la lluvia ácida.

La sociedad, en general aparece desactivada, desmotivado, ausente como enajenada, sin reacción a gravísimos problemas relacionados con el cambio climático: el cambio de uso de suelo, la contaminación por los insecticidas y abonos, el agotamiento de los mantos acuíferos que repercute en el suministro de agua potable en las ciudades, la agonía de la vida vegetal y animal, el Vergel y el bosque que se convierten en un desierto, la transformación del paisaje parecen no interesar prácticamente a los pobres en su postración e ignorancia, a los ricos en su búsqueda de riqueza, en su diversión y placeres instintivos. Hay una indiferencia y apatía atroz.

La luz de Dios

El sentimiento de impotencia y de rabia larvada entristece a los ecologistas que sienten la magnitud y la inminencia del holocausto, el mundo consumido por el calor. .

La creación tiene un origen divino y la lucha por defenderla contra los demonios tiene una dimensión ético-religiosa.

Los creyentes tenemos razones fundamentales para defender la creación, la casa grande que el Creador puso en nuestras manos y bajo nuestra tutela.

El Papa, ha hecho pública su preocupación. La Carta Encíclica Laudato Si, (palabras iniciales del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís), hace una reflexión grave del problema ecológico de la creación. Hay que leerla.

La Iglesia de Cristo manifiesta su preocupación en otro documento de suma importancia, más actual, el Directorio para la Catequesis.

Este documento se va a las causas: “Un exceso antropocéntrico es (la causa) de la crisis ecológica, crisis que toca cuestiones graves…: “Contaminación, cambio climático, uso de los recursos primarios y pérdida de la biodiversidad… Deterioro en la calidad de vida humana y degradación social”.

Se plantean grandes tareas: “ repensar la relación entre economía, salvaguarda de lo creado, justicia social y principios políticos. Es necesario además escuchar el clamor de la tierra que está íntimamente conectado con el clamor de los pobres… Donde resuena el gemido de la creación (Romanos 8. 22).

Vivimos en un caos total, en lo moral y en lo material, el mundo anda de cabeza, en desorden, sin un ordenamiento racional, sin una jerarquía de valores, sin un código de ética. Somos una humanidad materialista y consumista, mentirosa y falaz, dominada por el consumismo y derroche, por las bajas pasiones tiránicas. Los individuos actúan sin razonar, sin metas que los orienten. El hombre ha convertido el cosmos inicial en un caos. Y los necios y los impíos, los ególatras y los convenencieros no lo reconocen, por eso no podemos recuperar el orden, el bienestar, la paz..

El ser humano está urgido de recuperar sus valores trascendentes, con decisión libre para alcanzar el orden y la paz de los seres racionales, de los hijos de Dios. Hay que recuperar el orden y el equilibrio para liberar la creación.

Hay que volver a su lugar central la roca que sostiene el universo Dios omnipotente, Creador.., Hay que tener una actitud nueva frente al mundo, respetuosos de “el misterio de la creación como don que precede al hombre que es su vértice y su guardián” (Directorio N 384. Hay que hacer realidad “la redención operada por Cristo, primogénito de la nueva creación (Laudato Si, capítulo segundo).

Entrando en el plan de Dios recuperamos la confianza. Esperamos contra toda esperanza porque Dios tiene el poder de resucitar muertos y de crear mundos nuevos.

Toque de Nano Sabiduría: Sin grandeza moral ni Dios

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