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El aguacate: El “oro verde” que provoca estragos ambientales

Ojalá reflexionen un poco las autoridades sobre todo por lo ocurrido en el estado de Guerrero

Morelia, Michoacán, 01 de noviembre de 2023.- El pasado 28 de noviembre de este año el periódico El Universal publica: “Cultivos de aguacate en Jalisco y Michoacán para exportar a EU causan devastación”. La actividad agrícola también provocó “el robo de agua” en ambos estados, asegura un informe de Climate Rights International.

Climate Rights International (CRI), una organización no estatal global que indaga sobre el impacto del cambio climático en los derechos humanos, alertó este martes que los cultivos de aguacates en México para exportar a Estados Unidos, Europa y otros mercados “están fomentado la deforestación generalizada y el robo de agua en los estados mexicanos de Michoacán y Jalisco”.

El fenómeno tiene “consecuencias gravísimas para los derechos de quienes viven allí”, mientras que “líderes indígenas y otros residentes que intentan defender sus bosques y el agua han sido amenazados, atacados y asesinados”, aseguró la organización en un informe dado a conocer este martes y entregado a EL UNIVERSAL.

El documento, de 250 páginas y denominado “El saldo insostenible de la expansión aguacatera: Deforestación, acaparamiento de agua y violencia detrás de las exportaciones de aguacates de México a Estados Unidos y otros mercados”, presentó evidencias “nuevas y cuantiosas que vinculan a grandes importadores y supermercados estadounidenses con esta destrucción ambiental”, denunció CRI.

En este mismo espacio se ha tratado el tema y a nadie al parecer le interesa; México produce más aguacate que cualquier otro país del mundo, pero el “oro verde”, como se le conoce, se consume principalmente en América del Norte, Europa y Asia. Cada año se consumen millones de kilos de aguacate en todo el mundo. Cada seis minutos aseguran, un camión cargado con aguacates salía del estado de Michoacán para exportar la fruta al país del norte, con miras a la fecha más importante del año para los productores de aguacate: al Super Bowl, que registra el 7% del consumo anual de aguacate en tan solo un día.

Ha sido tal el éxito de la frutilla, que a partir de ello, violentando toda norma y con la indiferencia de las autoridades estatal, municipal y federal del ramo, por la ambición desmedida de los productores y otros que han ingresado como tales incluidos diputados, es más el colmo del cinismo, pues estos últimos sin el menor decoro se han auto etiquetado como defensores de medio ambiente, así que va  de aumentó considerablemente el establecimiento de huertas en todo lo ancho y largo de la entidad. La producción intensiva en el estado de Michoacán (México) ha generado un alarmante detrimento ambiental en diversos frentes. La cadena de suministro del aguacate necesita desesperadamente una normativa y un control a escala internacional. Si bien es cierto que el aguacate es una fruta nutritiva, con diferentes propiedades y para usos varios. Pero detrás de todo esto se esconde una dura realidad: La producción de aguacate genera unos costos ambientales enormes que probablemente no se conozca o se oculta.

Michoacán produce ocho de cada diez aguacates de México y cinco de cada diez aguacates de la producción mundial. El cultivo del aguacate en el estado tiene una superficie de poco más de  155 mil hectáreas; su economía regional depende en gran medida de un producto con un valor de mercado en torno a los 2 mil 500 millones de dólares anuales.

A pesar de esta creación masiva de valor y éxito, la producción extensiva de aguacate conlleva unos costos y perjuicios ambientales sustanciales e irrecuperables. La enorme y desproporcionada demanda de esta fruta está generando un efecto sobre el cambio climático. Se han destruido paisajes forestales con una diversa vida silvestre para producir aguacate, y muchas otras tierras se han plagado y quemado intencionadamente para permitir una recalificación de tierras en favor de la agricultura comercial en lugar de los bosques, si se perdían a raíz del incendio.

Normalmente se cortan arbustos y árboles viejos para que los aguacateros reciban más luz solar, lo que contribuye a la deforestación y, en consecuencia, al calentamiento global y al cambio climático. Actualmente la zona de producción de Michoacán ha experimentado un aumento de las temperaturas y de los aguaceros impredecibles. Los estudios del Campus Morelia de la Universidad Autónoma Nacional de México detectaron una nueva tendencia en el estado al aumento de la sequía y las temperaturas, con una intensidad menor de las estaciones frías, necesarias para mantener el equilibrio ambiental, y una ampliación de las estaciones cálidas extremas, con un aumento de las cifras irregulares de lluvias y ciclones más intensos. La pérdida de cubierta forestal y otros cambios climáticos implica un descenso de la tasa de llegada de la mariposa monarca a Michoacán.

Diariamente se utilizan en torno a  nueve mil 500 millones de litros de agua para producir aguacates – el equivalente a tres mil 800 albercas olímpicas, lo que exige una extracción masiva de agua de los acuíferos de Michoacán. La excesiva extracción de agua de estos acuíferos está teniendo consecuencias imprevistas, como que se están produciendo pequeños terremotos. En el año 2018 del 5 de enero al 15 de febrero se registraron tres mil 247 movimientos sísmicos en el municipio de Uruapan y los alrededores, la zona de producción de aguacate más importante del mundo. Según las autoridades locales, la extracción de agua asociada al aguacate ha abierto grutas subterráneas que podrían ser las causantes de estos movimientos.

Estudios de investigadores y científicos establecen que una hectárea de aguacate con 156 árboles consume incontables veces más que un bosque con 677 árboles por hectárea. Dado que sus raíces son bastante horizontales, cuando se riegan los aguacateros, el flujo a través de la infiltración preferente es menor, lo que dificulta que el agua se filtre al subsuelo; 14 veces menos en comparación con el pino. La producción intensiva de aguacate ha generado una pérdida de biodiversidad, condiciones meteorológicas extremas y una degradación extensiva del suelo; y está a punto de provocar una catástrofe ambiental provocada íntegramente por el hombre. México también debe aplicar sus leyes para impedir y castigar la quema de tierras forestales para la producción de aguacate. Si no habrá disturbios masivos por adquirir el vital líquido. Tiempo al tiempo. Es más, algunos se han atrevido a pronosticar que a mediados del próximo 2024, habrá grandes problemas en la Ciudad de México.

Se fueron al final del arcoíris (Por: Salvador Hurtado)

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