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Jerarquía, protocolo y respeto es igual a orden (Por: Lorena Galindo)

Todos hacen genuflexión con Su Santidad el Papa. Hasta el rey más poderoso lo ha hecho y por todo lo largo de la historia

Richmond, Columbia Británica, Canadá, 02 de febrero de 2023.- Este mundo está lleno de desolación porque ¡no hay quien medite!

Hace muchos años una amiga, Paty P. me regaló un separador de libros con esta frase  y así es que esta frase me ha acompañado gran parte de mi vida.

No sé cómo empezar ahora, mi cabeza anda así como moviéndose entre Inglaterra, Egipto, Estados Unidos y México, ¡obvio! Incluso un viaje desde El Vaticano.

Traigo una revoltura de ideas entre los nobles europeos, religiosos y ¡políticos!

Qué barbaridad, ahora entiendo a mi esposo cuando dice que por qué a él no le tocó una esposa normal; en esta casa ni el perro es normal suele decir.

Y entiendo, su esposa a diario anda divagando y raramente tiene los pies sobre la tierra. Bueno, pues ¿qué se le va hacer?

Tengo un rato pensando sobre cuando Moisés dejó su palacio y se fue al desierto. Cuando se casó, se fue a las montañas y ahí vió la zarza ardiendo y Dios le dijo que no se podía acercar porque estaba en Tierra Santa, que se quitara los zapatos.

O sea que a Dios ¡no lo podemos tocar!

Ese pensamiento me ha llevado ahora a las cortes europeas, por ejemplo a los monarcas, a quienes no se les puede tocar también. Además los saludos son diferentes en hombres y mujeres; las mujeres deben hacer una genuflexión más marcada que los hombres; los hombres solo saludan y las mujeres se inclinan y después dan la mano.

Los príncipes y nobles de menor rango también tienen que seguir el protocolo real. Y los políticos que visitan las cortes tienen que conocer los protocolos para no quedar como ¡idiotas! ante el mundo entero, pero ni así se salvaron los Obama, George Bush o el arrogante Trump.

¡Ah! Pero tomen nota, todos hacen genuflexión con Su Santidad el Papa. Hasta el rey más poderoso lo ha hecho y por todo lo largo de la historia.

¿Captan el poder de Dios en nuestra Iglesia? El padre Bergoglio no tenía esa gracia hasta que fue electo y ahora es el Papa Francisco. Será atacado, menospreciando, pero nada de eso le quita su gloria porque hasta los reyes se inclinan ante él. Y tampoco se le puede ¡tocar!

Jerarquía, protocolo y respeto es igual a orden. Y orden es avanzar.

Ahora, ¿por qué cuando nos acercamos a la Comunión estiramos la mano? ¿Acaso no está ahí Dios, que es Rey de Reyes?

Para nosotros los católicos eso es un motivo de meditación. La Eucaristía, el poder de Dios es ¡nuestra vida! Esto a mi me lleva a pensar en la fe.

Y me viene un recuerdo de mis años de estudiante en la prepa y de una clase, que no logro recordar si fue de Ética o Lógica; no recuerdo tampoco el nombre del maestro, solo sé que era un ex seminarista. Pero lo que nos dijo se me quedó grabado como un tatuaje: Si hay una palabra para nombrar “algo”, es que ese “algo” existe. Y si “algo” no tiene nombre, simplemente no existe. Dios tiene nombre, entonces ¡Él existe!

Otro tatuaje en mi mente lo hizo otro profe, él decía que todos tenemos fe y el primer acto de fe es cuando sabemos que somos hijos de nuestros padres. Y me suena lógico yo nunca me hice una prueba genética para saber si soy hija de mis padres.

A mi me parece que esto no es absurdo en absoluto. Se podrá pensar: bueno hay muchas maneras de comprobar si somos hijos o no de tal y bla bla… Pero no lo hacemos por nuestra fe. La Fé es como el amor, es intangible.

La bolsa de chícharos (Por: Lorena Galindo)

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