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La presión demócrata en las presidenciales de México

Probablemente el partido Demócrata que domina el poder en Estados Unidos no perdona la cercanía que tuviera López Obrador con Donald Trump

Dublín, Irlanda, 04 de marzo de 2024.- Seguramente el presidente López Obrador y su candidata Claudia Sheinbaum esperaban un paseo triunfal en el actual proceso electoral. Razones no les faltaban. López Obrador hizo su tarea y aseguró prácticamente la totalidad de los factores electorales tanto institucionales como fácticos. Por si no fuera suficiente, la candidata opositora no conecta con ningún grupo social y ha asentado su discurso diferenciador exclusivamente en el anti-obradorismo. Las encuestas no dejan lugar a dudas: Sheinbaum tenía y tiene un panorama muy alentador. 

Sin embargo, hace poco algunos reportajes periodísticos han relacionado al presidente con grupos criminales lo que ha supuesto un ataque directo a uno de sus pilares discursivos: su honestidad personal. Esta información golpea tanto al presidente como a la candidata oficialista, pues la baza electoral de Sheinbaum es el propio López Obrador. La gravedad del ataque se debe a que por primera vez se le relaciona a él directamente en un acto de corrupción, no solo a personajes cercanos, y se le señala como colaborador de la violencia en México. Seguramente millones de sus votantes sufren en carne propia esta pesadilla y más de uno se sentirá directamente traicionado.

Desde fines del año pasado varias investigaciones periodísticas con origen en Estados Unidos han comenzado a publicar actos de corrupción del gobierno y de familiares de López Obrador. El reportaje del New York Times que lo relaciona con el CO no es más que el misil más exitoso proveniente del país vecino. No podemos dejar de preguntarnos sobre las razones de esto.

Probablemente el partido Demócrata que domina el poder en Estados Unidos no perdona la cercanía que tuviera López Obrador con Donald Trump. Hay que recordar que AMLO fue de los pocos presidentes del mundo que se mantuvo leal a Trump hasta que Joe Biden juró como presidente, mientras que Trump ha mantenido hasta la fecha una buena opinión del mexicano. Es cierto que una vez inició la gestión de Biden el gobierno mexicano se plegó a todas las peticiones que le hicieran desde Estados Unidos, pero parece que no ha sido suficiente para congraciarse con los demócratas.

Situación contraria se vive desde el Frente Opositor donde varios de sus liderazgos son aliados del partido Demócrata, especialmente de Hillary Clinton y de Barack Obama quienes aún son actores de primerísimo nivel de la política estadounidense. Es cierto que Sheinbaum y Xóchitl Gálvez mantienen posiciones políticas globalistas, pero la segunda daría mayores garantías como aliada de los intereses demócratas. 

Se viene una lucha interesante por el poder en México. Obrador tiene total control de la política interna, pero la presión desde el norte continúa y está aumentando.   

La prisa de los ingleses (Por: Guillermo López Contreras)

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