Los medios hoy / ¡Nos invaden los chilangooooos!

La legión de defeños y oriundos de Edomex en Michoacán es enorme, y en las breves ocasiones que he tenido la oportunidad de intercambiar diálogo con algunos de ellos, me da la impresión de que vienen a “hacernos el canijo favor de salvarnos”

Morelia, Michoacán, 20 de febrero de 2014.- Aparentemente han cesado los enfrentamientos a tiros en la mal-llamada Tierra Caliente y ahora el frente se da mediáticamente entre políticos. Así, el todavía alcalde de Tepalcatepec (municipio que da su nombre a la mal-llamada Tierra Caliente) Guillermo Valencia, inicia una ronda de declaraciones contra el enviado federal, Alfredo Castillo.

Entiendo la frustración de Valencia, alcalde feisbukero que por alguna razón sus paisanos y los autodefensas no permitieron gobernar. También le creo cuando dice que el comisionado lo trató mal en el único día que lo atendió; la legión de defeños y oriundos de Edomex en Michoacán es enorme, y en las breves ocasiones que he tenido la oportunidad de intercambiar diálogo con algunos de ellos, me da la impresión de que vienen a “hacernos el canijo favor de salvarnos”, de orientarnos sobre cómo se deben hacer las cosas, de cambiar lo hecho, de sacarnos de nuestra miserable y obsoleta realidad, de alfabetizarnos, de comer con cuchara y tenedor, de civilizarnos pues.

Quiero estar equivocada y pensar que las tres personas con las que he platicado sólo son una desagradable coincidencia. No quiero denostar el buen trabajo que en algunas áreas se está realizando, pero la inconformidad sobre “el trato” sobre “las formas” ya está llegando no solo a los círculos más cercanos del gobernador don Faustacho, sino del propio PRI local, de donde irónicamente uno de sus intelectuales acuña la frase “la forma es fondo”.

Si a don F no le cayó en gracia que le cambiaran al procurador y al secretario de Seguridad Pública, el relevo en casi la totalidad de las delegaciones federales se convierte en un verdadero gancho al hígado que, por cierto, todavía está en proceso de adaptación en su nuevo hogar.

Alfredo Castillo va a sufrir el efecto Americanista: lo vamos a odiar o lo vamos a amar, lo mismo que sus 25 enlaces federales que ya sentaron sus reales en esta hermosa tierra. Por ahora a esperar resultados.

«Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un

mismo ciudadano en el poder.

El pueblo se acostumbra a obedecerle y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía» (Simón Bolívar, Congreso de la Angostura 1819)

El líder opositor venezolano Leopoldo López finalmente se entregó a las autoridades venezolanas que lo acusan desde terrorismo y crimen organizado, hasta por orinarse en las esquinas (eso último ignórenlo por favor). Yo no dudo que en México tenemos un presidente poco agraciado e inteligente, pero de ahí a que me digan que Nicolás Maduro es mejor… realmente sí me enoja. Quien no se ha dado cuenta que en Venezuela tienen a un remedo de presidente es porque de plano les gana la pasión. Me parece que Leopoldo López ha optado por entregarse para evitar mayor derramamiento de sangre en su lastimada nación, a sabiendas de que al Estado venezolano le sobran motivos, razones y cargos para refundirlo en la cárcel por largo rato. El Fenómeno Venezolano es por demás interesante para su análisis, especialmente para ubicar a la falsa izquierda, que legitima el uso brutal de la fuerza para reprimir manifestaciones, pero se indigna cuando ni por la mitad sucede lo mismo en nuestro país.

La lucha por ideologías me parece caliente y altamente volátil; medios de comunicación nacionales como La Jornada no dudan ni un instante en sumarse a la causa gubernamental venezolana, como lo muestra en una de sus recientes portadas: “Frustra Maduro plan de la derecha para desestabilizar” ¿La derecha? ¿Es ese el pretexto para reprimir? ¿El imperialismo yankee? ¿La CIA? ¿La macabra intención de Estados Unidos por apoderarse del petróleo venezolano que después de todo le regalan a Cuba y malbaratan en la región? O seaaaa…¡Buen jueves para todos!