Los suspirantes… ¿Termina disputa por la dirigencia del Morena?
Yo por lo pronto no descartaría la posibilidad de que las huestes de Juan Pérez busquen llevar la disputa por la dirigencia estatal del Morena ante los órganos internos del partido, incluso ante los tribunales electorales
Morelia, Michoacán, 14 de abril de 2022.- Como anticipé hace unas entregas, el dirigente nacional del Morena, Mario Delgado Carrillo, ratificó mediáticamente a Giulianna Bugarini Torres como delegada nacional con funciones de presidenta estatal.
El controvertido político morenista enfatizó que por el momento no se han iniciado procedimientos para la renovación de los órganos del partido, ni a nivel nacional ni en los estados.
Así que a pesar de tratar de hacer las cosas conforme a los estatutos del partido, la ex diputada local y federal, Ana Lilia Guillén Quiroz, se quedaría por ahora con un palmo de narices.
Más allá del trompicado procedimiento de renovación de la dirigencia estatal impulsado principalmente por el ex líder magisterial y ex diputado federal, Juan Pérez Medina, así como por los ex diputados federales María Chávez Pérez y Esteban Barajas Barajas, los hechos de las últimas semanas hacen ver fisuras muy importantes en el proyecto morenista en Michoacán.
No hay que olvidar que Giulianna Bugarini fue puesta en el cargo que hoy ostenta a petición del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, quien a su vez aprovechó la salida del ex aspirante a gobernador, Raúl Morón Orozco, que venía ocupando ambas carteras.
Por si lo anterior fuera poco, el mandatario estatal forma parte de la estructura partidista que respalda las aspiraciones presidenciales de Marcelo Ebrard Casaubón, y, por lo tanto, es del mismo equipo que Mario Delgado.
Además, la mayoría de las tribus más numerosas del Morena en Michoacán respaldan -por lo menos en sus primeros tres años de mandato- todo lo que haga, diga o decida Alfredo Ramírez.
Entre ellas se encuentran las que encabezan Carlos Torres Piña, Fidel Calderón Torreblanca, Juan Carlos Barragán Vélez, Morenos de Corazón y Sergio Pimentel.
Yo por lo pronto no descartaría la posibilidad de que las huestes de Juan Pérez busquen llevar la disputa por la dirigencia estatal del Morena ante los órganos internos del partido, incluso ante los tribunales electorales.
Si eso ocurre, el más beneficiado sería Raúl Morón, quien está buscando introducir su R21 entre la militancia del partido guinda, obviamente, con miras a los próximos procesos electorales.
Habrá que ver cómo procesan el tema, sobre todo Alfredo Ramírez, pues su partido corre el riesgo de llegar dividido, confrontado y hasta fracturado a los comicios de 2024.
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